Con mucho esfuerzo, Amie Harwick había logrado convertirse en una respetada terapeuta sexual en las altas esferas de Hollywood. Autora del libro La nueva biblia del sexo para la mujer, también trabajaba como consultora para importantes revistas y programas de televisión. Quien fue su prometido, el comediante estadounidense Drew Carey, la describió como “una campeona” y una “incansable defensora de las mujeres”; sin embargo, su brillante futuro en Los Ángeles se apagó horas después del Día de San Valentín a manos de un ex novio obsesionado.
El caso que data de febrero de 2020 no solo conmocionó a la comunidad hollywoodense, sino que arrojó luz sobre el peligro de la violencia doméstica y el acoso. Encontrar justicia no fue fácil. Tuvo que pasar tres años del hecho para que se castigara al responsable de su violento deceso.
Según cuentan amigos cercanos, Harwick tenía una fascinación especial por lo tétrico y los relatos de crímenes de celebridades. Resulta triste e irónico que ella misma se convirtiera después en la víctima de un caso así y luego en protagonista del primer episodio de El precio de la fama, una serie documental de true crime en Investigation Discovery.
Amie nació en 1981, en la costa este de los Estados Unidos. Su sueño era triunfar en Los Ángeles, aunque no ambicionaba ser actriz como muchas otras almas que residían en Hollywood. Ella estudiaba psicología y anhelaba convertirse en terapeuta familiar.
Mientras tanto, Harwick trabajaba como bailarina y modelo. Era una mujer hermosa y tenía talento para el espectáculo. Por ello también llegó a pisar la Mansión Playboy como ‘tragafuegos’.
Amie frecuentaba las vibrantes fiestas en L.A y, a la vez, su vida profesional había despegado: logró obtener su doctorado.
Pero es en esta etapa que se cruzaría con el hombre que se convirtió en la pesadilla de su existencia. Gareth Pursehouse, según detalla la investigación de la docuserie, era un fotógrafo que Amy conoció como modelo. Fueron novios un par de años; pero la relación era tóxica y violenta. Los amigos de la joven lo describieron como alguien excesivamente celoso y controlador. Cuando se separaron en 2012, ella solicitó una orden de alejamiento.
Ese mismo año, Amie consiguió empleo en una prisión. Sin embargo, de manera misteriosa, se divulgaron varias fotografías sugerentes que había tomado para la revista Playboy años atrás. “Pensaba que su carrera había terminado”, indicó una de sus amigas en el documental. Sin embargo, en esas circunstancias, halló una nueva vocación para su profesión. El intento de sabotaje la llevó a especializarse en terapia sexual y de pareja, una carrera más grande con la que llegó a ser panelista en el programa Addicted to Sexting.
En el aspecto sentimental, se le vinculó con famosos de alto perfil como Crispin Glover, Marilyn Manson y Dave Navarro. Pero la relación más importante sería la que tuvo con Drew Carey, presentador del show The Price is Right. Ellos se conocieron en una fiesta, justo cuando el metalero la dejó “plantada” el día de su cumpleaños.
A pesar de la diferencia de edad (él tenia 59 años y ella 36), el romance avanzó rápido. Él le propuso matrimonio en París y comenzaron a vivir juntos. Sin embargo, el ser pareja de una figura conocida en los Estados Unidos también traía sus propios obstáculos a sortear.
En caso de Amie, ella temía que antiguos enemigos comenzaran a asediarla. Además de las sombras de su pasado, enfrentaba comentarios malintencionados en redes sociales, donde usuarios cuestionaban su interés en el comediante y la calificaban de “caza fortunas”.
La felicidad de la pareja tuvo un revés drástico en 2018, cuando ella decidió romper el compromiso. Un mes antes, alguien había irrumpido en su vivienda. Según sus amigos, quizá Amie planteó alejarse de Carey para protegerlo de los peligros que la rodeaban. Quizá solo sabía que se estaba exponiendo demasiado.
Dos años después de la separación, Amie Harwick le escribió un mensaje de texto a Carey. Lo extrañaba y planteaba reunirse con él para hablar. El comediante, que todavía guardaba sentimientos por su ex prometida, aceptó y programaron una cita para el fin de semana después de San Valentin. Lamentablemente, ese reencuentro nunca se concretó.
El 14 de febrero, la joven terapeuta decidió salir a celebrar con sus amigas a un show de burlesque en la ciudad. Luego de divertirse en la fiebre nocturna de Los Angeles, Harwick regresó a su vivienda alrededor de la 1 de la madrugada. Ahí la esperaba su victimario, Gareth Pursehouse, su exnovio de hace más de una década que se había encontrado de casualidad con ella un mes atrás.
Aparentemente, la obsesión de Gareth fue avivada cuando se cruzó con Harwick en un evento de premiación el 16 de enero de 2020, donde él trabajaba como fotógrafo. Esa noche, Pursehouse confrontó a la mujer de forma alarmante y pública, lo que reveló su estado inestable.
Con mucho miedo, ella se envió a si misma un email. El texto serviría luego como evidencia para atrapar a su asesino. “Esta noche sentí mucho miedo… Me aterroriza que haya estado obsesionado conmigo durante nueve años, que piense en mí todos los días…”, escribió. También le habló de lo ocurrido a su madre.
“La llamó zorra y… le dijo que le había arruinado la vida”, contó Penny Harwick a CBS. “Y ella me contó lo asustada que estaba. … Y me dijo: ‘Mamá, me puse en modo terapeuta. Intenté calmarle’”. Esta inquietud se intensificó hasta el punto de que Harwick tomó medidas de seguridad adicionales, como instalar cámaras de vigilancia y compartir su ubicación con amigos cercanos.
Los detalles del crimen son horrendos. Tras planear el asesinato, Pursehouse irrumpió en la residencia de Amie, esperó su llegada, y tras un enfrentamiento físico, la estranguló y arrojó desde el balcón de su hogar en Hollywood Hills. La policía, alertada por un llamado al 911 que reportaba gritos, la encontró gravemente herida. A pesar de ser trasladada con rapidez al hospital, fue declarada muerta debido a lesiones contundentes en la cabeza y el torso, junto con evidencia de estrangulamiento manual.
Este acto de violencia no solo puso fin a la vida de una mujer que dedicó su carrera a ayudar a otros, sino que también planteó preguntas importantes sobre las medidas de protección disponibles para las víctimas de violencia doméstica y acoso.
El juicio contra Pursehouse culminó en septiembre de 2023 con su condena a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional. Drew Carey, para quien Amie fue su gran amor, todavía conserva fotos de ella en su casa y en el camerino de su programa de televisión. También siente que todavía lo acompaña.
“Amie y yo tuvimos un amor que la gente tiene suerte de hallar una vez en la vida”, dijo a EW cuando tuvo que despedirse de ella. “Era una fuerza positiva en el mundo, una defensora incansable y sin complejos de las mujeres”, resaltó.