Preocupaciones Sobre la Memoria Puede Ser una Señal del Inicio de la Enfermedad de Alzheimer

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De acuerdo a cuatro nuevos estudios, los adultos mayores que notan problemas nuevos como balancear la libreta de cheques o leer el periódico pueden estar en riesgo de demencia en los años siguientes.

La investigación, la cual está siendo presentada esta semana en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Boston, indica que las preocupaciones que los adultos mayores tienen sobre su memoria podrían servir como un aviso temprano que señala una demencia en el futuro.

Eso puede que no suene sorprendente. Sin embargo, no ha estado claro si las percepciones subjetivas de las personas sobre la falta de memoria, son vaticinadores confiables de problemas más severos que se pueden presentar más adelante.

A los adultos mayores que se quejan de problemas de la memoria pero que los resultados de las pruebas cognitiva estándar (pensamiento) son «normales», a menudo se les deja pasar como los «bien preocupados,» dijo Rebecca Amariglio, una neuropsicóloga del Hospital Brigham y de Mujeres en  Boston que dirigió uno de los nuevos estudios.

Su equipo halló evidencia de que las preocupaciones de los adultos mayores pueden ser más significantes.

El estudio incluyó a 131 adultos que tenían 73 años en promedio, y tuvieron calificaciones normales en las pruebas de memoria y pensamiento.  Para obtener las percepciones subjetivas de los participantes, los investigadores les dieron un cuestionario detallado, separado que les pedía que calificaran cualquier problema que ellos tenían con sus tareas diarias, como recordar cosas que acababan de leer o que se les había dicho.  También se les preguntó como creían ellos que se encontraban sus habilidades mentales comparadas con sus habilidades desde hace una década.

El siguiente paso que los investigadores utilizaron fue usar Tomografía por Emisión de Positrones (PET por sus siglas en inglés) para obtener imágenes de los cerebros de los participantes.

Se comprobó que esas personas con preocupaciones subjetivas más grandes sobre su agilidad mental tuvieron un nivel más alto de las proteínas beta-amiloide en el cerebro.  La acumulación de beta-amiloide se considera un factor de riesgo de Alzheimer.

No se sabe todavía si los participantes del estudio que se preocupaban por su memoria realmente enfrentaban un riesgo mayor de sufrir de Alzheimer, dijo Amariglio.

Ella también enfatizó que los adultos mayores no necesitan alarmarse por esos «momentos de vejez» que aparecen a medida que se envejece – como ir a una habitación y olvidarse por qué usted fue allí o tener problemas recordando el nombre de una persona no familiar.

Un experto que no estuvo involucrado en el estudio estuvo de acuerdo.

«No estamos hablando de esos momentos en los que usted salió de su casa y se dio cuenta que se olvido sus llaves,» dijo Heather Snyder, directora de operaciones médicas y científicas para la Asociación de Alzheimer.

«Estamos hablando de casos donde usted identifica un cambio a través del tiempo – usted siempre ha podido llevar el balance de su libreta de cheques pero ahora está teniendo dificultad,» ella explicó.

Aun estos problemas no significan necesariamente que usted está en el proceso de desarrollar Alzheimer u otra forma de demencia. Sin embargo, si usted nota estos cambios, es algo que debe hablarlo con su doctor, dijo Snyder.

Tres de otros estudios presentados en la reunión mostró evidencia de que las preocupaciones de la memoria subjetiva pueden servir como una advertencia:

  • En un estudio de casi 3,900 mujeres estadounidenses de 70 años y mayores, las que tenían preocupaciones por la memoria tuvieron más probabilidades de mostrar bajas calificaciones en las pruebas sobre memoria objetiva a través de los próximos seis años.  La asociación fue más clara entre las mujeres que tenían el gen variante ApoE4 – el factor de riesgo genético más fuerte de Alzheimer.
  • Otro estudio le hizo seguimiento a 531 adultos mayores que hicieron las pruebas cognitivas anualmente por una década.  Antes de cada prueba, se les preguntó si habían notado cambios en sus habilidades mentales en el último año. Los que dijeron que habían tenido cambios, tuvieron el doble de probabilidades de ser diagnosticados con una discapacidad cognitiva leve o demencia en algún momento del estudio. En promedio, los participantes notaron cambios a los seis o nueve años antes de sus diagnósticos.
  • Los investigadores alemanes hallaron que de 2,230 adultos mayores que estaban libre de discapacidades obvias, los que pensaban que sus memorias se estaban empeorando mostraron una disminución fuerte en las pruebas de memoria objetiva a través de los próximos ocho años.

Todos los descubrimientos aumentan la posibilidad de que al evaluar las quejas sobre la memoria, eso podría ayudar a los doctores a detectar a los adultos mayores con un alto riesgo de demencia. Sin embargo, Snyder dijo, es muy pronto para decir eso con seguridad.

«No sabemos todavía cómo esto podría ser usado como una herramienta potencial,» dijo Snyder.

Amariglio estuvo de acuerdo. Ella dijo que el cuestionario de su estudio no está listo para que los doctores lo usen en sus prácticas diarias.  En su lugar, podría ayudar a los investigadores a encontrar candidatos para ensayos clínicos continuos que están estudiando drogas o medidas del estilo de vida para disminuir posiblemente la progresión de la enfermedad de Alzheimer.

En estos momentos, no se conoce una manera de prevenir o retrasar el Alzheimer. Pero si los investigadores encuentran tal terapia, dijo Amariglio, un cuestionario que ayuda a detectar a adultos mayores con riesgos, podría venir a ser muy importante.

Por ahora, Snyder recomendó que los adultos mayores que notan cambios en su agudeza mental se lo comenten a sus doctores. «Si hay una preocupación, a usted se le puede hacer más evaluación,» ella dijo.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y los expertos estiman que si no se progresa en cuanto a retrasar o prevenir la enfermedad, el número de estadounidenses con Alzheimer podría triplicar para el 2050, a casi 14 millones.

Junto con el estrago emocional para las familias, hay un costo para cuidar a las personas con Alzheimer. Un estudio reciente estimó que en el 2010, los Estados Unidos gastó hasta $215 billones en cuidados para las personas con Alzheimer y otras formas de demencia.