En el día del caos, Joe Biden sale reforzado y con mejores perspectivas

0

EEUU.-

Puede sonar extraño, pero en medio del desastre que su país exhibió al mundo, Joe Biden terminó convertido en un hombre políticamente más fuerte que el que era apenas 24 horas antes. En un presidente con mejores perspectivas de las que tenía. En 13 días, cuando le den las llaves de la Casa Blanca, podrá recordar todas las veces en que su carrera política estuvo a punto de zozobrar y logró salir adelante.

Podrá recordar que durante una etapa muy oscura de su vida iba a Wilmington junto a su hermano a emborracharse y buscar pelea en las calles y los bares. El enojo y la tristeza lo consumían tras la muerte de su esposa y su hija en un accidente en diciembre de 1972. Eran los días en que incluso barajaba el suicidio.

Podrá recordar cómo abandonó avergonzado las primarias demócratas en 1988, cuando se descubrió que se había apropiado de la historia de sacrificio de un político inglés. Podrá recordar que Barack Obama frustró su sueño en las primarias de 2008 y al poco tiempo lo convirtió en su candidato a vicepresidente. Podrá recordar el dolor por la muerte por cáncer de su hijo Beau en 2015, y podrá recordar que todos lo consideraban acabado cuando promediaban las primarias demócratas en 2020.

Podrá recordar todo eso y descubrir que, una vez más, su vida dio un giro cuando las cosas parecían complicadas como nunca. A cualquier hombre o mujer llamado a suceder a Donald Trump en la Casa Blanca le pesaría el momento, en especial tras la toma del Capitolio por una turba enardecida que cree que las elecciones fueron un fraude.

Pero Biden tiene hoy razones para ver la situación desde otro ángulo. Ahora sabe que el bloqueo legislativo con el que amenazaban los republicanos tendrá menos fuerza. No solo porque logró mayoría en la Cámara de Representantes y de Senadores, sino porque unos cuantos congresistas y senadores republicanos, avergonzados por la toma del Capitolio y el comportamiento del presidente Trump, serán menos combativos en el inicio del gobierno demócrata.

Algo de eso se vio en la madrugada de este jueves, durante la sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes. Antes de que el edificio fuera invadido y cuatro personas murieran y 14 resultaran heridas, estaba previsto que representantes y senadores republicanos presentaran objeciones a los certificados del Colegio Electoral de los Estados de Georgia, Michigan, Nevada y Pensilvania. Horas después, los senadores que firmaron y acompañaron esas objeciones habían retirado sus firmas. Las objeciones caían, no podían avanzar, y los demócratas aplaudían a sus colegas republicanos. Impensable un día antes.

Que prosperara la objeción al resultado de Pensilvania fue la excepción que confirma la regla. Lo permitió la firma del senador republicano Josh Hawley, muy cercano a Trump, pero su soledad fue muy simbólica. Al final, en la madrugada profunda del invierno de Washington, el vicepresidente Mike Pence anunció a Joseph Robinette Biden jr. oficial y definitivamente como el próximo presidente.

Esto puede unir a los partidos en una suerte de solidaridad temporaria que podría darle la chance (a Biden) de amasar tempranamente acuerdos bipartidistas”, analizó The New York Times. Eso incluye un proceso de confirmación de los principales funcionarios de la administración demócrata más veloz y seguro por parte del Senado.

The Washington Post fue más allá: “El éxito demócrata al ganar los dos asientos de Georgia cambió abruptamente la perspectiva de la presidencia de Joe Biden, que tiene ahora esperanzas más fuertes de imponer leyes ambiciosas, nominaciones delicadas e incluso candidatos para la Corte Suprema”.

En uno de los días más asombrosos y peligrosos de la historia democrática estadounidense resultó lógico que casi nadie hablara del resultado de la elección de dos senadores demócratas en Georgia. El logro demócrata era, sin embargo, tan grande, que solo una invasión violenta al Capitolio era capaz de hundirlo en un tercer plano.