Paraísos ‘offshore’ y riquezas ocultas de líderes mundiales y billonarios expuestas en una filtración sin precedentes

0

Los ‘Papeles’ de Pandora revelan el funcionamiento interno de una economía en las sombras que beneficia a los ricos y las élites a expensas de todos los demás.

Millones de documentos filtrados, que dieron pie a la mayor colaboración periodística en la historia, revelan los secretos financieros de 35 jefes y exjefes de Estado y más de 330 funcionarios y políticos en 91 países y territorios, así como un abanico global de fugitivos, estafadores y asesinos.

Estos documentos secretos exhiben los negocios offshore del rey de Jordania, de los presidentes de Ucrania, Kenia y Ecuador, del primer ministro de República Checa, y del ex primer ministro británico Tony Blair. Los archivos también detallan las actividades financieras del “ministro oficioso de propaganda” del presidente ruso Vladimir Putin, y de más de 130 multimillonarios de Rusia, India, Estados Unidos, México y otras naciones.

Los documentos filtrados revelan que muchos de los actores que podrían acabar con el sistema offshore son en realidad beneficiarios de sus servicios, escondiendo activos en sociedades de papel y trusts —o fideicomisos—, mientras sus Gobiernos hacen poco para frenar el flujo global de dinero ilícito que enriquece delincuentes y empobrece naciones.

Entre los tesoros escondidos que revelan los documentos se destacan:

Un castillo de 22 millones de dólares en la Riviera francesa, con cine y dos piscinas, comprado a través de sociedades offshore por el primer ministro de República Checa, un multimillonario populista que ha hecho campaña contra la corrupción de las élites económicas y políticas.

Más de 13 millones de dólares escondidos en un fideicomiso opaco en las Grandes Llanuras de Estados Unidos por el descendiente de una de las familias más poderosas de Guatemala; una dinastía que controla un conglomerado de empresas que fabrican jabón y labiales, y que ha sido acusada de abusos contra sus trabajadores y el medio ambiente.

Tres mansiones en la costa de Malibú que el rey de Jordania compró por 68 millones de dólares a través de tres sociedades offshore años después de la Primavera Árabe, en la cual los jordanos salieron a las calles para protestar contra el desempleo y la corrupción.

Estos documentos secretos son conocidos como los Pandora Papers, o Papeles de Pandora.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) obtuvo 11,9 millones de documentos confidenciales y encabezó un equipo de más de 600 periodistas de 150 medios, quienes dedicaron dos años a examinarlos meticulosamente, a rastrear las fuentes, y a excavar en archivos judiciales y otros registros públicos de decenas de países.

Los documentos filtrados provienen de 14 firmas proveedoras de servicios offshore instaladas en varios países. Estas firmas crean sociedades de papel y otros escondites opacos para sus clientes, quienes generalmente buscan mantener sus operaciones financieras en las sombras. La información obtenida rebasa cerca de tres veces el número de operaciones offshore de jefes de Estado reveladas en las anteriores filtraciones de documentos sobre paraísos fiscales; y más de dos veces el número de transacciones de servidores públicos.

En esta época en la que se expande el autoritarismo y la desigualdad, la investigación de los Papeles de Pandora ofrece una perspectiva inédita sobre la manera en que el dinero y el poder operan en el siglo XXI, y cómo la opacidad financiera impulsada por Estados Unidos y otras naciones moldeó y quebró el imperio de la ley alrededor del mundo.

El imaginario popular suele reducir el sistema offshore a un grupo de islas lejanas y dispersas, cubiertas de palmas. Pero los Papeles de Pandora muestran que la maquinaria del dinero offshore opera en todos los rincones del mundo, incluidas las capitales financieras de las economías más ricas y poderosas.

Los hallazgos del ICIJ y de sus medios aliados exhiben cómo las finanzas ultrasecretas han infiltrado la política internacional, y muestra por qué los Gobiernos y las organizaciones globales han hecho tan poco para acabar con los abusos financieros offshore.