Evaluación ginecológica, la mejor estrategia para la prevención de enfermedades

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 Un control ginecológico integral es elemental para la prevención y diagnóstico a tiempo de diversas patologías que pueden afectar a la mujer. De esta forma se podrán prevenir diversas enfermedades, como el cáncer de mama, el virus del papiloma humano o la endometriosis. Además, una detección a tiempo aumenta notablemente las posibilidades de curación completa.

Scarlet Pelegrín, ginecóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), dice que el inicio del año es una época idónea para realizarse una evaluación completa ginecológica.

Eb este sentido, aclara que la evaluación ginecológica debe ser periódica, mediante la historia clínica, exploración física, pruebas de imágenes, exámenes de laboratorio, peso y control de la presión arterial, teniendo en cuenta que de esta forma se enfocan en lograr la salud integral en la mujer.

Destaca que el ginecólogo, por ser el médico de cabecera de la mujer, tiene la oportunidad de aportar bienestar general a lo largo de todas las etapas de su vida y proporcionarle servicios de prevención y orientación.

“La atención médica de calidad, proporciona una excelente oportunidad para aconsejar a las pacientes de cómo mantener un estilo de vida saludable y de esta manera minimizar los riesgos para la salud, teniendo presentes dos elementos fundamentales: la atención preventiva para reducir un daño futuro y el tratamiento para la enfermedad actual”, explica la especialista.

Examen ginecológico

Dice que otro elemento importante para la buena salud de la mujer en edad reproductiva, es su desarrollo y su plan de vida.

El ginecólogo puede asesorarla desde la adolescencia para lograr los mejores resultados, tanto para la prevención de infecciones de transmisión sexual, hasta cómo elegir el mejor método anticonceptivo.

La ginecóloga explica que con la historia clínica se identifican los antecedentes personales y familiares, el ciclo menstrual desde su inicio, los métodos anticonceptivos, la cantidad de embarazos y la forma de finalización de los mismos.

“Al evaluar y palpar las mamas podemos identificar patologías y enseñar a la paciente a realizarse su autoexamen, buscando cambios anormales.

Dependiendo de los hallazgos, podemos solicitar pruebas de imágenes complementarias como ayuda diagnóstica, tales como sonografía, mamografía o ambas”, apunta.

Pelegrín señala que la mamografía es el estudio de imagen por excelencia para el diagnóstico precoz de cáncer de mama, por lo que se debe realizar anualmente, a partir de los 40 años.

La probabilidad de sufrir esta enfermedad aumenta a partir de esta edad, por lo que es muy importante que las mujeres se realicen mamografías al menos una vez al año.

También forma parte la exploración ginecológica la revisión y observación de la vulva y el canal vaginal, además del tacto bimanual, mediante el cual se puede palpar el fondo posterior de la vagina y el abdomen, lo que permite valorar el tamaño del útero y los ovarios, que en ciertas patologías pueden estar aumentados.

Patologías frecuentes

En otras patologías muy frecuentes, tales como pólipos endometriales, hiperplasia de endometrio, miomatosis uterina, sangrado uterino anormal u ovarios poliquisticos, se utiliza la sonografía pélvica suprapúbica y transvaginal, la cual permite valorar adecuadamente estos órganos desde el punto de vista visual.

La ginecóloga específica, además, que en el examen ginecológico de rutina, siempre debe realizarse el papanicolaou, el cual permite detectar tempranamente procesos inflamatorios, infecciones virales o cáncer de cuello uterino.

“El papanicolaou debe de realizarse desde que la mujer cumple 21 años (aunque no esté sexualmente activa), o al año de haber iniciado vida sexual. Esta prueba nos permite detectar la existencia del virus del papiloma humano (VPH), siendo este el agente principal para el cáncer de cuello uterino.

Existen vacunas tanto para hombre como para la mujer, que se utilizan para disminuir la incidencia de esta entidad”, advierte.

Dependerá de la edad de la paciente o de su motivo de consulta para que el ginecólogo opte por indicar exámenes de laboratorios o densitometría ósea.

Procedimiento de gran valor 

El examen ginecológico es un procedimiento útil que permite la valoración del estado de la salud de la mujer y sirve también para ofrecerle promoción y asesoría sobre conductas saludables, evitar hábitos tóxicos y concientizarla luego de un diagnóstico de enfermedad.

Algunas enfermedades del aparato reproductor femenino no presentan síntomas hasta bien avanzada la patología, de ahí la importancia de acudir a su consulta ginecológica para una evaluación temprana y descartar posibles eventualidades a tiempo. Con esto se podría evitar consecuencias mayores como cánceres ginecológicos.

La visita periódica en la atención de la mujer en condición sana, debe incluir pruebas de detección, evaluación y asesoramiento, basadas en la edad de la paciente y en factores de riesgo, a fin de ofrecer una consulta personalizada logrando un abordaje integral en cada mujer.

Fuente:  Johanna Matos