La reina del pop visitó la Ciudad de México en abril de 2024 y dio cinco conciertos en el Palacio de los Deportes. Un mes después de los recitales publicó en su cuenta de Instagram unas fotografías en las que luce un huipil blanco y uno turquesa, zapatos, anillos, collares, además de mostrar fotografías y cartas que pertenecieron a Frida Kahlo. La publicación alcanzó 7.500 comentarios en menos de 24 horas y en su vasta mayoría la gente respondió con indignación: “Qué lastima por quien cedió este favor tan banal”, “¡Qué mal que te aproveches de la cultura mexicana!”, “¿Enserio la dejaron usar la ropa de Frida? ¿No que es patrimonio cultural?”. Tal fue el escándalo generado que la Casa Azul, titulares de los derechos de la artista mexicana, desmintió lo que la bulla en redes sociales aseguraban.
“La colección de las prendas y joyas de Frida que resguardamos, están sujetas a estrictas medidas de conservación y son exhibidas en el museo, no siendo prestadas para uso personal”, se lee en uno de los párrafos del comunicado. “Es importante aclarar, que diferente a lo mencionado a los medios, Madonna por tiempos en su agenda, no logró visitar la Casa Azul en su reciente visita a México”, añaden, resaltando el mensaje en negritas, aunque aseguran que sus familiares y miembros de su equipo sí lo hicieron.
El mensaje que acompaña la publicación de la reina del pop es ambiguo. Dice que fue un “bonito souvenir” visitar la casa familiar de su musa eterna. Agrega, también, que fue mágico vestir las prendas y joyas de Kahlo, leer sus diarios y cartas, y mirar fotografías que nunca había visto. La artista cruzaba la adolescencia cuando en un museo de su natal Michigan se exhibió la obra de la pintora mexicana y la joven Madonna quedó impactada de por vida. Que ella reconozca que las fotografías “nunca las había visto” significa que, en efecto, la visita de la reina del pop no fue a la casa azulada en Coyoacán, pero pudo haber sido a otra de color rojo y ubicación secreta.
Al sur de la Ciudad de México, muy cerca de la Casa Azul, se encuentra la Casa Roja, “el refugio” al que Frida Kahlo iba cuando se enojaba con Diego Rivera. “Aquí se escondía y la protegían (sus hermanas)”, contó Mara de Anda, sobrina bisnieta de la artista, para este diario, en 2022. “Le decimos la Casa Roja porque es el corazón de la familia Kahlo”. El lugar se puede visitar de manera virtual, siendo que el acceso a este sitio se reserva a personajes de renombre, como Salma Hayek, Katy Perry o Tove Lo.
Frida Kahlo, hija de la Revolución, símbolo feminista, es una de las artistas mexicanas que más peso tienen en el mundo. No es exagerado decir que México siente un orgullo desmedido por ella. Meterse con ella es meterse con 126 millones de ciudadanos. Madonna, por ser reina, se le permite todo y en su afán por presumir su fanatismo desmedido por Kahlo rompió unos platos que la población le estaba cobrando a la Casa Azul sin vela en el entierro.
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