La gran mayoría de los planetas que se descubrieron fuera del Sistema Solar están formados principalmente por gases, careciendo de una superficie sólida, similar a la de Júpiter o Saturno.
Por otro lado, los planetas rocosos, de menor tamaño, representan un desafío mayor en términos de detección debido a su tamaño más reducido.
No obstante, es la primera vez que los astrónomos lograron detectar una atmósfera en un mundo lejano, en un marco de posibilidades donde la vida es más bien nula. El planeta hallado a 41 años luz, se parece a la tierra, pero orbita muy cerca de su estrella.
Hallazgo astronómico inesperado: cómo es este planeta “parecido” a la Tierra
Según la revista científica Wired, un planeta tiene atmósfera cuando posee una capa de gases que lo rodea, como en la Tierra, donde la espesa cobertura está compuesta principalmente de nitrógeno, oxígeno, vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases.
Lee también
Gracias a esta composición, los seres vivos pueden respirar, se regula la temperatura de la superficie y existe el clima, pero es menester diferenciar que el término atmósfera no es sinónimo de vida.
Otros planetas dentro del sistema solar también tienen atmósferas, pero son estériles, como es el caso de Marte y Venus. Pero, para los astrobiólogos, la capa de gases que envuelve un cuerpo rocoso es un indicador fundamental de habitabilidad.
La “supertierra” 55 Cancri E, situada en la constelación de Cáncer, tiene el doble de diámetro que la Tierra y es 8,8 veces más masivo, pero su proximidad con el sol de su sistema hace que la superficie esté cubierta por un océano de lava a una temperatura de 1.700 grados centígrados.
El telescopio espacial infrarrojo James Webb pudo confirmar sospechas anteriores sobre la presencia de una atmósfera observando cambios en la luz de la estrella a medida que el planeta pasaba frente a ella.
Lee también
Descubren atmósfera en 55 Cancri E: Qué es lo que detectó el telescopio en esta supertierra
El potente anteojo astronómico no pudo identificar la firma espectral de gases específicos, pero los investigadores que informan del descubrimiento en la revista Nature, donde especulan que la atmósfera está compuesta de monóxido o dióxido de carbono.
Esto se debería a que los gases pueden haber sido arrojados por el océano de roca fundida, un hallazgo que puede ofrecer al menos, información sobre la evolución de la Tierra y sus pertinentes orígenes, donde estuvo cubierta de magma durante al menos una vez en su historia.
Desde su descubrimiento en 2004, 55 Cancri E ha sido objeto de diferentes interpretaciones sobre su naturaleza. En función del tiempo y la tecnología disponible, fue considerado como un cuerpo gaseoso similar a Júpiter, una roca con un tercio de su masa formada por diamantes e incluso un mundo oceánico.