Santo Domingo – El Seguro Social fue uno de los temas centrales del debate en el tercer foro sobre los desafíos de la formalización laboral en Ibero-América, celebrada recientemente en la República Dominicana.
Allí, el sistema dominicano de protección social, en particular, se analizó en detalle. El foro revivió, una vez más, la situación de la Ley 87-01, que establece el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) y celebrará 24 años desde su promulgación en mayo de 2001 en poco más de un mes.
En los últimos años, la ley ha sido objeto de críticas y debate para varios problemas estructurales que han afectado su operación, como la falta de cobertura universal (e informalidad), pensiones insuficientes, altos costos y beneficios limitados para la salud.
Para el Secretario General de la Organización Ibero-Americana de la Seguridad Social (OISS), Gina Riaño Barón, los principales desafíos del Seguro Social en el país se centran en tres temas clave. Comencemos con el primero:
Envejecimiento de la población
«El envejecimiento de la población es un resultado exitoso de las sociedades», dijo Riaño Barón, pero inmediatamente advirtió que esta transición demográfica «impone desafíos» a los sistemas de seguridad social para la atención médica, los servicios de salud y la garantía de seguridad económica para los ancianos.
«El Seguro Social es un derecho humano, un derecho fundamental, y los estados están obligados a garantizar la realización de los derechos de la Seguridad Social», dijo el experto en una breve entrevista con los periodistas.
Cobertura universal
El segundo desafío, según Riaño Barón, gira en torno a la cobertura universal. En palabras de Riaño Barón, todas las personas están «cubiertas» por los beneficios del Seguro Social para asistir a eventualidades de discapacidad, vejez, supervivencia, enfermedades generales y enfermedades ocupacionales, entre otros.
Sostenibilidad financiera
«Un gran desafío es dar sostenibilidad financiera y económica a los sistemas de seguridad social», dijo el experto de un hotel en el distrito nacional, con una vista del mar, donde el foro se desarrolló durante dos días consecutivos.
Se agregó otro desafío a ese: la transición o la transformación digital que, en sus palabras, implica «cambiar las formas de manejar la seguridad social para acercarlos a los ciudadanos».
«La seguridad social en los países de la región implica el 30% del gasto del PIB de cualquier país, por lo que no es un problema menor», dijo Riaño Barón.
«Es a su vez el núcleo esencial de las políticas sociales, es el núcleo esencial de la cohesión social y eso es lo que garantizará superar la desigualdad».
El experto indicó que los países con sistemas de seguridad social universales pueden superar la desigualdad, «que es el peor fenómeno que nos cruza en la región».
«Necesitamos más cohesión social para legitimar nuestra democracia».
Informalidad: un desafío «profundo»
Uno de los puntos críticos del sistema de seguridad social dominicano es su falta de cobertura universal, ya que el alto nivel de informalidad del país deja a muchos trabajadores sin acceso a la seguridad social.
«Es un desafío estructural profundo», dijo el ministro de Trabajo, Eddy Olivares, quien participó en la inauguración del foro.
Olivares dijo que alrededor de 150 millones de trabajadores están solo en el sector informal en América Latina. Esta realidad limita sus derechos laborales y profundiza las desigualdades económicas y sociales.
Sin embargo, en la República Dominicana, la informalidad afecta el 54% de la fuerza laboral, que tiene acceso condicionado a los trabajadores a derechos esenciales como la salud, las pensiones decentes y la protección efectiva contra los riesgos ocupacionales, dijo.
«Hoy apenas alcanzamos cerca del 70% de cobertura en la población formal, persistiendo barreras que obstaculizan la incorporación completa de sectores clave, como trabajadores independientes y pequeñas empresas, que representan más del 90% de nuestro tejido comercial y más del 60% de empleo».
Según el Secretario General de OISS, la mitad de la población en América Latina trabaja en el sector informal, lo que ha agravado aún más la situación.
Para enfrentar este desafío, el experto propuso políticas públicas «efectivas» que promueven la formalización laboral y la integración de pequeñas y medianas empresas en el sistema de seguridad social.
«Recordemos que las pequeñas y medianas empresas son el 94% del tejido productivo de la región», dijo. «Tenemos que hacer un trabajo enorme para que estas empresas familiares, pequeñas y medianas empresas, estén afiliadas a la seguridad social, contribuyan y obtengan los beneficios que pueden otorgar las instituciones de seguridad social».
Reforma urgente de la ley
Según el Ministro de Trabajo, Eddy Olivares, la Ley 87-01 está «rezagada en el tiempo», ya que no ha podido adaptarse a las necesidades actuales de los afiliados.
Por esta razón, Olivares dijo que es «extremadamente urgente» que el gobierno modifique la ley porque varios aspectos de su contenido deben ser «corregidos».
El ministro enfatizó que es «muy importante» que el gobierno logre una reforma de la ley en el «más corto tiempo posible».