Su forma de trabajar en equipo destaca en su sector, el de la medicina estética, en continuo auge. Gema Mancha es la CEO de Merz Aesthetics desde hace cuatro años y acaba de ser nombrada Head of Digital Innovation Hub for EMEA Region. Controla equipos, mercado y producto como nadie y para ella, un buen jefe es el que sabe que, en su equipo, todos son igual de importantes.
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Es empática y reconoce que, para ser un líder eficaz, hay que ser, sobre todo, buena persona. “Con eso vale, porque una buena persona tiene muchas cualidades, es compasiva, sabe comunicar, se preocupa y tiene un interés genuino porque su ecosistema funcione bien”, explica.
La forma de trabajar de Gema no ha cambiado desde que le dieron su primer cargo de responsabilidad, hace más de 20 años. «Siempre he tenido muy claro cómo había que hacer las cosas, entre ellas, tener mucha cercanía o pensar que, en un equipo, no hay nadie más importante que otro. Un tipo de liderazgo que ahora es más común y que a lo mejor, en ese momento, yo no le sabía poner nombre, pero sí que he sido un poco diferente siempre».
El nuevo liderazgo
«Y esa parte mía, que era un poco más disruptiva antes, ahora está de moda. Yo he tenido jefes que me han regañado por llevar a mi secretaria a un evento, pero cómo no iba a estar si es la persona gracias a la cual estoy viva. No estaban entendiendo la función de las personas: lo importante no es cuál es el cargo, sino cuál es su contribución para que todo funcione bien».
Hay líderes que, como ella, tienen un sexto sentido y saben ver el talento en cada persona. «Para mí no, pero es que yo soy un poco especial porque siempre he tenido muy claro cómo había que hacer las cosas. Siempre he tenido intuición para saber sacar lo mejor de cada uno; no importa el cargo o lo que ponga en tu tarjeta, lo que vale es tu contribución a la empresa».
También hay momentos difíciles. «Mantener la cercanía y, a la vez, poder tener una conversación seria en un despacho es de las cosas más difíciles. No todo el mundo está preparado para eso. Normalmente, un jefe mantiene las distancias, pero creo que lo hace para tapar una carencia. Porque hay que fomentar la diversión en el trabajo, eso te hace ser más eficiente porque te da la sensación de que no estás trabajando y crea un vínculo especial con la empresa. La gente quiere ir al sitio donde está a gusto, se lo pasa bien y tiene oportunidad de crecer. No vale con colgar una lista de valores en una pared, hay que cumplirlos de verdad», asegura.
La medicina estética, en auge
Un perfil diferente e interesante, que tiene mucho que aportar no solo en cuestiones de liderazgo, sino sobre el sector que domina a la perfección, el de la medicina estética. Por algo es la CEO de una de las compañías más importantes, Merz Aesthetics.
Cuando le preguntamos si ha cambiado mucho en los últimos años, lo tiene claro. «Es un sector que va muy rápido. La gente le ha perdido el miedo y la vergüenza, ya no da corte decir que te has hecho algo. Ya no tiene ningún tipo de estigma. También se ha convertido en algo más accesible, ya no hay que tener un gran poder adquisitivo para hacerse algo», reconoce.
«Cuando yo empecé en este sector, hace nueve años, había un estudio de mercado que decía que una persona empezaba a pensar en hacerse algo porque de repente se miraba y decía, nunca me había dado cuenta de que tengo esta arruga o me veo esto muy caído… lo que sea. Pues desde ese momento hasta que se hacía algo pasaba un año de media, según este estudio. Ahora no transcurre nada de tiempo porque la gente está tan informada que ya lo ha mirado todo antes y se lo hace en el momento. Ya saben cómo, dónde… hacerse un retoque, ahora, es como comprarse una lavadora».
¿Y cuáles son ahora las tendencias? Según Gema, «van por armonizar el rostro, que se vea un buen conjunto. No solo trabajar las arrugas, también la calidad de la piel, porque hay muchos estudios que demuestran que es mejor tener arrugas con buena piel que una mala piel sin arrugas. Se buscan resultados muy holísticos, con productos que sean inductores de colágeno, mucho más que rellenos. Es más natural porque al final es tu propio colágeno y metabolismo el que está haciendo el trabajo y lo hace de forma gradual, no de golpe», explica.
Además de pensarlo menos, también estamos más atentos a lo que nos ponen. Pero aun así, la clave sigue siendo ponerse en manos de buenos profesionales. «La gente está cada vez más enterada de lo que se inyecta, se interesa por saber qué es exactamente, de dónde viene… Porque en general nos ponemos en manos de profesionales, pero por desgracia no ocurre siempre».
Hay algo fundamental que hará que, si pasa cualquier cosa, tengan identificado qué te han puesto: la etiqueta del vial. «La pegatina del vial es clave y es lo que nos hace tener seguridad en lo que nos ponemos. Así, pegatina a pegatina, vas formando una especia de pasaporte médico para saber qué te has puesto si cambias de médico, por ejemplo».
«Aunque hay gente muy informada y el último estudio al respecto desvela que el 15% de los pacientes ya pregunta por una marca en concreto. Y de ese 15%, cuántos médicos ponen lo que quiere el paciente. Lo hace el 67% por ciento. Un médico, aunque no tenga la marca, la busca, porque si no pierde al paciente, se irá a otro médico que le ponga lo que quiere».
Y la pregunta clave, ¿Cómo ve el futuro de la medicina estética? «Cuando la inteligencia artificial entre de verdad en la medicina estética va a haber un punto de inflexión. De momento, en el presente, menos es más. Se está utilizando menos relleno y más inductores de colágeno para resultados más holísticos»..