El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló una hora y media con su homológo Vladimir Putin y resumió su reunión con cinco palabras inquietantes “Lo peor está por venir”.
Putin, jefe del Kremlin, está determinado a seguir la ofensiva sobre Ucrania, en la que le dejó en claro que podría “tomar el control” de todo el país.
En una conversación que duró una hora y media, Putin afirmó a su homólogo francés que la operación rusa se desarrolla “acorde a los planes” y que podría “intensificarse” si los ucranianos no aceptan sus condiciones, comunicó el jueves el despacho del mandatario francés.
Macron exigió de nuevo a Putin que ponga fin a la ofensiva militar y le pidió que garantice la integridad física tanto del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, como de sus allegados y del conjunto de civiles en el país. Putin aseguró que los civiles no son un objetivo militar.
La conversación telefónica tuvo lugar a petición de Putin y en ella el líder ruso advirtió de que si los ucranianos no aceptan sus términos por la vía político-diplomática, Rusia los conseguirá por la militar.
Macron, según las fuentes, le dijo que estaba cometiendo “un error grave”, que estaba buscando “pretextos” y que su actuación no era conforme a la realidad ni podía justificar su violencia y el precio que va a pagar su país, que acabará “aislado, debilitado y bajo sanciones” durante un largo periodo de tiempo.
Se admitió que aunque la charla fue “tensa” sobre el fondo, el diálogo fue franco y hay intención de mantener el contacto en el futuro porque ambos dirigentes “pueden decirse cosas fuertes sin que la conversación se rompa”.
Este es el octavo día de operaciones marcado por un bombardeo que dejó 33 muertos y por un acuerdo para abrir un “corredor humanitario” ante el éxodo masivo de civiles.
Tras la caída de Jersón (sur), la primera ciudad importante tomada por los rusos, Putin no mostró disposición alguna de atender el clamor mundial para poner fin a la guerra ni se mostró afectado por el arsenal de sanciones occidentales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió un mayor apoyo de las potencias occidentales y advirtió que si su país es derrotado, Rusia no vacilará en atacar a los países bálticos y el resto de Europa.
Reclamó en particular que los países occidentales “cierren el cielo” ucraniano a los aviones rusos o le entreguen aviones a Ucrania.
Hasta ahora, los países occidentales han entregado armas a Ucrania, pero han centrado su respuesta en una una batería de sanciones para aislar a Rusia diplomática, económica, cultural y deportivamente.