Ser un buen compañero y apoyar, ganarse la confianza del equipo, de los fanáticos y los coaches, son las expectativas que tiene el jardinero Luis Barrera, de reciente ingreso al roster de los Tigres del Licey, a quien los Atléticos de Oakland acaban de registrarlo en su staff de 40 de Grandes Ligas.
El de Tamboril, Santiago, fue el “Tigre” con mejor actuación de Doble A para abajo en el béisbol organizado de Estados Unidos, del que la gerencia estuvo muy interesado en tenerlo en el equipo desde inicio de temporada invernal 2018-19, pero que los Atléticos decidieron enviarlo a la Liga Otoñal de Arizona (Fall League), donde estuvo por un mes.
“Ser un compañero bueno y unido, apoyarlos y siempre estar con ellos (los jugadores)”, respondió Barrera a la pregunta de qué espera brindarle al equipo azul.
Y cuando se le inquirió sobre qué debe esperar la fanaticada, mostró confianza en sí mismo. “De mí pueden esperar muchas cosas, voy a ser un pelotero bueno y me voy a ganar la confianza de los fanáticos, del equipo y también de los coaches, cuando me den la oportunidad”.
El zurdo en bateo y defensa, 23 años, 6 pies y 180 libras, bateó .328 en 36 partidos y 131 turnos con el Midland (Oakland) en la Liga de Texas (AA), después que disputó 88 juegos y conectó para .284 en 88 juegos con Stockton de la Liga de California (A avanzada).
Es el jugador de los Tigres del Licey con mejor actuación de Doble A para abajo en el béisbol organizado de Estados Unidos, del que la gerencia estuvo muy interesado en tenerlo en el equipo desde inicio de temporada invernal 2018-19.
Entre ambos circuitos acumuló promedio de .297, al combinar 132 imparables en 444 chances, porcentaje de embasarse (OBP) de .361, al recibir 41 bases por bolas. Logró 26 dobles, 11 triples y tres cuadrangulares, robó 23 bases en 30 intentos, anotó 75 carreras, impulsó 64. Recibió 81 ponches.
Conversando para Licey.com en el Estadio Quisqueya antes de agotar su primer turno el miércoles 21, admitió que no es jonronero, sino un bateador de líneas y sus extrabases del reciente verano fueron a la pared y por los canales.
Al establecer la diferencia entre Clase A avanzada y Doble A (donde le fue mejor), indicó que en la primera se ven más rectas que rompientes, que en AA es más difícil, donde hay el consenso general de que es el nivel más difícil de las Ligas Menores.
Admitió que cuando lo subieron al último nivel, comenzó mal, “pero hice mis ajustes y gracias a Dios terminé bien, cada día esforzándome más” y con ayuda de los coaches.
Expresó que le ayudó la buena salud, ganarse el respeto, “el echar adelante y por eso doy gracias a Dios”. Indicó que su velocidad está buena, que está haciendo entre 6,3 y 6,4 segundos desde el plato a la primera base.
Consideró que en la Fall League le fue muy bien, que hizo unos 16 intentos y se robó como 15 almohadillas. Dijo haber entendido que a la Liga Otoñal de Arizona se va a trabajar de manera más individual que a llevar programas específicos impuestos por la organización.
Señaló que su colocación defensiva con la sucursal AA en Midland, jugando los jardines central o derecho y hasta actuó en el bosque izquierdo en varias ocasiones, se debió a que su manager lo alternaba con otro prospecto de la organización, Skye Bolt.
“Skye Bolt es uno de los prospectos más avanzados de Oakland, le deseo suerte, a ver qué pasa””, expresó Barrera.
Sobre qué le han dicho en el equipo y sus posibilidades de comenzar juegos, Barrera señaló: “Ahora el equipo está ganando con la alineación buena que están poniendo, pero yo espero mi momento, a que me den el chanche”.
Aseguró que la gerencia estaba desesperada porque él viniera a jugar al principio de la temporada, pero no pudo por ser enviado a la Fall League. “Pero ahora estamos aquí, disponible para el Licey, para apoyarlo”, remató al hablar con DiMaggio Abreu.
vía:diariolibre.com