Estudio sueco hizo un seguimiento a mujeres desde finales de los años de 1960.
De acuerdo a un largo estudio de décadas, muchas mujeres de edad mediana desarrollan molestias, dolores y otros síntomas físicos como resultado del estrés crónico.
Investigadores en Suecia examinaron datos de largo plazo recolectados de alrededor 1,500 mujeres y hallaron que casi un 20 por ciento de mujeres de edad mediana tuvieron estrés constante o frecuente durante los cinco años anteriores. Las más altas tasas de estrés ocurrieron entre mujeres de 40 a 60 años que eran solteras o fumadoras (o ambas).
Entre las mujeres que informaron tener un estrés a largo plazo, 40 por ciento dijo que sufrieron de molestias y dolores en sus músculos y articulaciones y 28 por ciento sufrió de dolores de cabeza o migrañas y 28 por ciento informó de problemas gastrointestinales, según los investigadores de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gothenburg.
El estudio apareció recientemente en la revista International Journal of Internal Medicine (Medicina Interna).
Incluso después de hacer ajustes en el fumar, peso corporal y los niveles de actividad física, hubo una clara asociación entre el estrés y un aumento en el riesgo de síntomas físicos, dijeron los investigadores.
A las mujeres se les hizo seguimiento desde finales de los años de 1960. Entre las que tuvieron un estrés de largo plazo pero no informaron sobre síntomas físicos relacionados con el estrés al comienzo del estudio, 27 por ciento tuvo nuevos síntomas de dolores musculares y en las articulaciones 12 años más tarde y alrededor de un 15 por ciento informó de quejas nuevas en cuanto a problemas de dolores de cabeza y gastrointestinales.
«Desde 1968, los estilos de vida de las mujeres han cambiado en muchas formas,» dijo la investigadora Dominique Hange en un comunicado de prensa de la universidad. «Por ejemplo, muchas más mujeres ahora trabajan fuera de casa. Naturalmente, estos cambios pueden afectar la experiencia del estrés.»
«Aunque hemos usado exactamente las mismas preguntas desde 1968, no podemos admitir que el término ‘estrés’ tiene exactamente el mismo significado hoy día,» agregó Hange. «Podría también ser más socialmente aceptado hoy para que uno reconozca que tiene estrés.»
Hange dijo que «la conclusión más importante [de este estudio] es que las mujeres solteras, mujeres que no trabajan fuera de la casa y mujeres que fuman particularmente son más vulnerables al estrés. Aquí vemos una mayor necesidad de medidas preventivas de la sociedad.»
Los investigadores dijeron que el próximo paso es identificar los métodos que los doctores pueden utilizar para ayudar a los pacientes a lidiar o manejar las quejas de síntomas físicos y enfermedades relacionados con el estrés y resaltar las formas de reducir el estrés en el trabajo.