Alemania tumbó este viernes a Estados Unidos (111-113) y se clasificó para la que será la primera final en su historia de un Mundial de baloncesto tras un partido en el que minimizó a la gran favorita para alzar el trofeo y que se decidió en el ajustadísimo último cuarto, en el que Estados Unidos a punto estuvo de darle la vuelta al marcador.
En la gran final de este domingo, Alemania se medirá a Serbia, que ganó a Canadá, la otra favorita, en semifinales (95-86).
Es el segundo Mundial consecutivo en el que Estados Unidos no estará en la final.