Al conmemorar su 25to aniversario el miércoles, el Banco Central Europeo está preparando una propuesta para una versión digital del euro, respondiendo a presiones para desarrollar una tecnología que podría alterar la manera en que se usa el dinero en el futuro.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dice que el euro digital podría ofrecer a la gente una manera de comprar cosas sin tener que depender de servicios de pagos controlados por empresas no europeas. Éstas podrían incluir Mastercard, Visa, Apple Pay y Google Pay.
Se prevé que la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, elabore una propuesta sobre el tema en las próximas semanas, dijeron funcionarios del BCE, que a su vez publicará su propia propuesta en octubre.
Movimientos mundiales
Bancos centrales de todo el mundo, incluyendo la Reserva Federal de Estados Unidos, están estudiando cautelosamente la posibilidad de emitir monedas digitales ahora que muchos de los pagos se hacen vía electrónica en vez de efectivo. Algunas economías pequeñas como Nigeria, Bahamas y Jamaica ya están usando monedas digitales, y China está en ensayos.
Los bancos centrales también están respondiendo al surgimiento de criptomonedas, que han despertado temores de que la gente recurrirá a tipos rivales de dinero digital capaces de restarle valor a las divisas nacionales.
Una moneda digital respaldada por un banco central sería una forma de pago más segura y estable que las criptomonedas, que son más volátiles y cuyo derrumbe en meses recientes ha provocado llamados a una mayor regulación. La UE se convirtió en un líder mundial cuando la semana pasada dio aprobación final a normas para regular el sector cripto.
Mientras Europa considera la posibilidad de emitir un euro digital, la pregunta más grande es: ¿Cómo mejorará lo que ya está disponible para los consumidores?
“Nadie puede responder esa pregunta, ni siquiera el BCE”, dijo Philipp Sandner, director del Blockchain Center en la Facultad de Finanzas y Administración de Empresas de Fráncfort.
“Como usuario, yo mismo me preguntaría, ‘¿cuál es el beneficio, por qué necesitamos otra solución?’”
Apple Pay, por ejemplo, le permite a la gente pagar simplemente con un toque de su teléfono celular, una experiencia fácil que el euro digital tendría que emular.
“Tendría que ser algo tan fácil de usar como Apple Pay o Mastercard, y eso es difícil. De otra manera, nadie lo va a usar”, añadió Sandner.