Madrid
Durante cualquier crisis que altere la vida, como la pandemia del Covid-19 se deben tomar decisiones que requieran una cantidad extrema de buen juicio bajo incertidumbre. En un comentario para la revista ‘The Lancet’, investigadores de la Universidad de Princeton y el Sunnybrook Research Institute revisan ocho dificultades de comportamiento que desafían estos juicios. Entre los problemas que exploran se encuentran los rasgos humanos comunes: temor a lo desconocido, vergüenza personal y sesgo retrospectivo, entre otros.
Los coautores sugieren que la conciencia de estas dificultades podría ayudar a mantener los cambios de comportamiento necesarios para combatir la pandemia de Covid-19, y también ofrecen soluciones.
«Después de las fuertes reacciones iniciales ante un momento tan desafiante y difícil, la conciencia de las dificultades de juicio podría ayudar a mantener las cosas en el camino correcto», señala Eldar Shafir, profesor en Ciencia del Comportamiento y Política Pública en la Escuela Woodrow Wilson de Asuntos Públicos e Internacionales de Princeton y coautor del artículo con el doctor Donald Redelmeier, científico principal del Sunnybrook Research Institute.
Las ocho ‘trampas’ y soluciones que exploran son las siguientes:
– Miedo a lo desconocido: Las amenazas como Covid-19 son misteriosas porque son desconocidas, pero el misterio inicial pronto se desvanece. Los recordatorios repetidos vinculados a la situación son importantes para evitar la complacencia.
– Vergüenza personal: Para reducir la propagación de Covid-19, se ha animado a las personas a participar en ciertos comportamientos, como no tocarse la cara, pero las personas lo hacen reflexivamente. Algunos pueden ver los fallos como un fracaso personal.
Los líderes de opinión pueden destacar a una de las muchas celebridades que han dado positivo como una forma de mitigar el estigma, sugieren. Las autoridades también deben advertir que los lapsos momentáneos son naturales y deben ser seguidos volviendo a los mejores comportamientos.
– Descuido de los riesgos competitivos. Muchos están tan consumidos por Covid-19, que pueden descuidar el sueño, el ejercicio o la compañía humana. Por lo tanto, los médicos deben aconsejar a sus pacientes que promuevan la seguridad contra otros daños.
– Enfermedades invisibles: El distanciamiento social y el aislamiento podrían exacerbar el trastorno psiquiátrico crónico. Se justifica un mayor cuidado de la salud mental y comunicación de apoyo de un ambiente hogareño saludable.
– No hay información claras: Los retrasos de tiempo asociados con Covid-19 (período de incubación, intervención y resultados de las pruebas) causan emociones y sentimientos desconcertantes. Las autoridades deben instar a la precaución de no actuar en informes diarios de epidemia, como disminuciones momentáneas o aumentos repentinos, porque la volatilidad aleatoria podría confundirse con una tendencia real.
– El ‘status quo’ abunda. La gente quiere mantener la normalidad durante una crisis, pero una sacudida temporal de su ‘status quo’ es una oportunidad para reenfocarse y mirar las cosas de nuevo. Una vez que disminuye la urgencia inicial, los hospitales podrían reconsiderar cómo los médicos se adaptan a las nuevas formas de telemedicina. Una sugerencia más radical, escriben los coautores, es revisar los debates políticos más amplios sobre si las naciones sin atención médica universal podrían volver a una nueva normalidad.
– Normas sociales arraigadas: El comportamiento humano está conformado por normas como darse la mano, abrazarse y otras formas de contacto humano, y estas normas no son fáciles de cambiar. Los lemas, las imágenes y otros recordatorios podrían ayudar a facilitar el cambio necesario. Los médicos y las enfermeras deben modelar los comportamientos correctos y también pueden difundir la información, ya que son modelos a seguir para los pacientes.
– Sesgo retrospectivo: Una vez que Covid-19 disminuya, el sesgo retrospectivo conducirá a castigar a las autoridades médicas que podrían haber reaccionado de forma exagerada o insuficiente. La distribución desigual de los casos dentro de los países y entre ellos generará cargos de desigualdad e injusticia.
Admiten que algunas de las críticas serán correctas y justificadas, pero los datos dinámicos y contradictorios pueden dificultar establecer exactamente lo que se sabía a qué hora y cuán diferentes podrían haber sido las cosas de otra manera. Una mentalidad colectiva de que todos estamos juntos en esto puede resultar difícil pero muy útil.