Tras el rezo del Ángelus desde la ventana del palacio pontificio, Francisco recordó que el domingo se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con una misa en la Plaza de San Pedro e invitó a todos a participar en esta celebración «para expresar con la oración nuestra cercanía a los migrantes y refugiados del mundo entero».
El tema de esta jornada es «No se trata sólo de migrantes» e invita a reflexionar sobre que estos forman parte de «todos los habitantes de las periferias existenciales».
Han sido invitados a participar a la misa todos aquellos que se ocupen de los migrantes, refugiados y víctimas de la trata.
Francisco ya dedicó una misa el pasado 8 de julio a los migrantes y a quienes se ocupan de rescatarles en el mar, en ocasión del sexto aniversario de su histórica visita a la isla italiana de Lampedusa.
Así como el 15 de febrero también celebró misa ante más de 600 personas que trabajan en Italia con migrantes en ocasión de la apertura del encuentro sobre la acogida organizado por la fundación Migrantes, la Caritas italiana y el Centro Astalli.