El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se ha dirigido este jueves a la sede de la Presidencia de la República italiana para encontrarse con el jefe del Estado, Sergio Mattarella, y explicarle la crisis en el seno del Gobierno.
Según informan los medios italianos, citando fuentes oficiales, Conte ha salido hacia las 13.00 horas locales (11.00 GMT) del Palacio Chigi, sede de la jefatura de Gobierno en Roma, para dirigirse al Palacio del Quirinale, donde se encuentra la sede del jefe del Estado.
Conte conversará con Mattarella sobre la situación actual de tensión que vive el Ejecutivo, después de que sus dos integrantes y socios, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, hayan mostrado públicamente sus divergencias en asuntos como inmigración o infraestructuras.
Salvini ha llegado a pedir a Conte la dimisión de tres ministros del M5S: el de Infraestructuras, Danilo Toninelli; de Medioambiente, Sergio Costa, y la de Defensa, Elisabetta Trenta, según los medios locales, si bien no hay confirmación oficial.
Las dos formaciones llevan mostrando sus discrepancias desde hace semanas, pero en los últimos días el clima se ha enrarecido aún más, después de que Salvini y los suyos hayan rechazado una moción parlamentaria del M5S para bloquear las obras de construcción de la línea ferroviaria de alta velovidad Turín-Lyon.
«O se hacen las cosas bien o es inútil seguir adelante», ha dicho Salvini este miércoles durante un mitin con sus votantes en lo que se ha interpretado como una especie de ultimátum.
La situación de las últimas horas ha provocado que el líder del M5S, Luigi Di Maio, haya cancelado su agenda para reunirse con sus filas y decidir qué camino seguir.
Di Maio ha publicado un mensaje en las redes sociales en el que ha dicho que «los juegos de palacio» le empiezan a cansar y ha reiterado el compromiso de su formación para seguir gobernando el país.
Además, ha insistido en que el próximo 9 de septiembre está programada una votación parlamentaria propuesta por su formación para reducir el número de escaños en ambas Cámaras, y que si no se puede celebrar porque cae el Ejecutivo será responsabilidad de la Liga. «Falta solo un voto y espero que ninguno se eche para atrás en el último minuto, sería gravísimo. Es más, sería una señal clara al país de quien no quiere cambiar nada», ha escrito.
EL M5S se hunde en las encuentas
Según un sondeo realizado el 31 de julio por el instituto Ipsos para el «Corriere della Sera», la Liga de Salvini tendría el 36 % de los votos en unas próximas elecciones generales y alcanzaría el 50,6 % en coalición con los conservadores Hermanos de Italia (7,5 %) y Forza Italia (7,1 %).
Por su parte, el M5S se quedaría con el 17,8 % y el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), con el 20,5 %.
El último pulso gira en torno a un proyecto para construir un tren de alta velocidad entre Turín y Lyon. La Liga y Conte han apoyado esta iniciativa, pero la negativa en el Senado del M5S ha llevado a Salvini a dejar caer de nuevo en las últimas horas mensajes relativos a la falta de estabilidad del Ejecutivo de coalición.