Israel firmó este martes en la Casa Blanca los históricos acuerdos con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein que modifican el tablero en Medio Oriente y con los cuales el presidente Donald Trump cuenta para mostrarse como un artífice de la paz, a siete semanas de las elecciones en las que buscará un segundo mandato.
Trump organizó una ceremonia a toda pompa durante la cual el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, establecerá formalmente relaciones diplomáticas con esos dos países árabes, en el primer logro de ese tipo desde los tratados de paz con Egipto y Jordania en 1979 y 1994 respectivamente.
Previo a la ceremonia, los mandatarios y funcionarios involucrados en la firma del acuerdo se dirigieron al público presente en los jardines de la Casa Blanca. Hablando desde uno de los balcones del palacio presidencial, Trump dijo que los acuerdos -denominados como “Abraham”- “cambian el curso de la historia luego de décadas de divisiones y conflictos”.
“(Los acuerdos) marcan un nuevo amanecer para Medio Oriente y es gracias al coraje de los líderes de estos tres países, que dieron un gran salto hacia un futuro en el que las personas de todas las religiones puedan vivir en paz y prosperidad”, expresó el mandatario.
En otro pasaje de su locución, Trump destacó que desde su fundación en 1948 Israel había firmado acuerdos de esta naturaleza con dos países árabes -Egipto y Jordania- por lo que el anuncio duplica la cifra. Y anticipó que otros países seguirán los pasos de los EAU y Bahrein en el futuro cercano. Dijo que serían “cinco o seis” aunque no proveyó más detalles.
Luego de Trump tomó el podio Netanyahu, que aseguró que los acuerdos constituyen un “punto de inflexión en la historia”. “Esta paz eventualmente se expandirá para incluir a otros estados árabes. Y en última instancia puede terminar con el conflicto árabe-israelí de una vez por todas”.