TORONTO, Canadá – Dentro del clubhouse de los New York Yankees en su estadio, junto a una pared en la entrada principal, se encuentran dos vestuarios vecinos. El primero pertenece a Aaron Judge, el otro a Clint Frazier.
Cuando los Yankees se encuentran en la carretera, los armarios de los dos outfielders son colocados frecuentemente al lado del otro.
Para Frazier, el audaz y llamativo jugador en ciernes de los Yankees de 24 años que ha causado titulares e ira por parte del público esta semana la ubicación de su vestidor le permite la posibilidad de consultar frecuentemente a la mega estrella de 27 años que es percibido como un verdadero veterano, mucho más de lo que su tiempo de servicio en Grandes Ligas realmente indica.
“Hombre, todos acá hablan con él sobre algo”, expresa Frazier. “No sé de qué tratan esas conversaciones, pero ¿por qué no habrías de escucharlo?”.
Escuchar. Eso es exactamente lo que Frazier ha estado haciendo en semanas recientes cuando hablaba con Judge. Las conversaciones en mayor parte giraban en torno a técnica defensiva y mejorar la estremecida confianza de Frazier en el outfield.
“Sólo intento decirle, incluso en el caso de las pelotas que ha perdido en los jardines, que tu primera lectura inicial de ir hacia atrás o adelante, siempre es la correcta. Siempre tienes razón”, dice Judge. “Intento decirle: ‘Tienes que confiar en ello’. El minuto en el cual confías en tus instintos… allí es cuando puedes hacer una lectura un poco mejor”.
“Eres un atleta, lo has estado haciendo durante toda tu vida. Confía en lo que ves”.
Su oferta rutinaria de consejos honestos pero inspiradores ha convertido a Judge en uno de los jugadores más respetados en el clubhouse de los Yankees, junto a los veteranos CC Sabathia y Brett Gardner, los peloteros con mayor tiempo con el equipo. Sus consejos han sido administrados frecuentemente en las últimas seis semanas y no todos a Frazier. En varias ocasiones durante la presente campaña ha escuchado a otros compañeros lamentándose de las dificultades que han confrontado en partidos específicos.
“Intento decirles: ‘¿Dos partidos malos? Sigues bateando para .270 con 15 cuadrangulares. No tienes nada de qué preocuparte. Si tienes un mal partido aquí, aprende de él y sigue adelante. Eres parte importante de este equipo’”, dice Judge. “Solo intento mantener las cosas positivas, intentando hacer cosas así”.
A pesar de sufrir un desgarro en su oblicuo izquierdo al hacer swing el 20 de abril, Judge ha pasado prácticamente todo su tiempo con el equipo mientras descansa y se somete al proceso de rehabilitación por dicha lesión, hasta que partió el domingo pasado para proseguir con su regreso en Florida.
Los Yankees creen que su presencia ha sido necesaria, importante y de valor incalculable.
“Es como un coach”, expresa el primera base Luke Voit con respecto a Judge. El manager Aaron Boone considera al Novato del Año de la Liga Americana de 2017 una “presencia inmensa” dentro del clubhouse de los Yankees.
“Si bien estaba muy molesto cuando se lesionó por primera vez, en una de las primeras conversaciones que tuve con él le dije: “Aún puedes causar impacto en nosotros de forma importante”, indica Boone. “Siento que lo ha hecho por completo”.
Cuando se le preguntó recientemente por la forma en la cual percibe que Judge ha repercutido en los Yankees a la hora de permanecer a flote a pesar de tener a 18 peloteros en la lista de lesionados, Boone sacudió su cabeza.
“Es una labor de todos ellos”, expresó, señalando al clubhouse de los Yankees. “Están haciendo todo el trabajo. Puedo decir que eso podría ayudar, pero al final, ellos son los que se paran al plato, son los que están laborando. Solo intento mantenerlos a ese nivel. Ellos son los que hacen todo el trabajo”.
Desde el día en el cual se lesionó hasta la jornada del domingo, cuando él y sus compañeros de los Yankees, Dellin Betances, y Greg Bird, también lesionados, viajaron a Tampa para proseguir con sus respectivas rehabilitaciones, Judge ha estado con los Yankees en todos y cada uno de sus partidos.
Cuando jugaban en el Yankee Stadium, él estaba allí. Cuando viajaron a Kansas City, él los acompañó. ¿Baltimore? Estuvo allí. ¿Tampa Bay, Anaheim, San Francisco y Arizona? También fue.
Judge estuvo presente en todos los mítines usuales previos a los partidos en los cuales normalmente participa y se paró en el outfield, ayudando a atrapar elevados durante la práctica de bateo, una vez recibió la autorización para hacerlo. También se paró en la caja de bateo e hizo seguimiento a pitcheos durante las sesiones de bullpen entre aperturas. También se ofreció para hacer trabajo defensivo previo a los partidos con Frazier cuando las dificultades del joven outfielder a la defensiva se hicieron más notorias.
Ninguno de los esfuerzos de Judge pasó desapercibido.
“Aaron ha sido sumamente bueno conmigo”, expresó Frazier. “Detrás de cámaras, bien sea bateando, corriendo las bases, a la defensiva, siempre tiene algo que decirle a alguien porque él es muy respetado y un pelotero de gran calidad”.
Si bien es cierto que los consejos de Judge han ayudado, para Voit es algo que va mucho más allá.
“La mitad de los peloteros (lesionados) no viajan con el equipo como lo hace él, por ello, eso demuestra que se preocupa y que quiere estar alrededor del equipo y ayudando de todas las formas posibles sin estar en el terreno”, indicó Voit.
Las formas más tangibles en las cuales Voit considera que Judge ha repercutido en su campaña con 15 cuadrangulares hasta ahora, se han producido a puerta cerrada.
“Es agradable tenerle en los mítines de los bateadores, porque él ha jugado en esta liga por dos años y medio, tres años ya. Por eso es bueno contar con su experiencia”, dice Voit. “Es muy inteligente a la hora de discernir cómo atacan los pitchers. Y también es bueno para mí, porque nos lanzan de forma similar”.
Desde la lesión de Judge, Voit se ha encontrado entre los toleteros regulares en el segundo puesto de la alineación, que pertenece usualmente al jardinero derecho. Con combinaciones conformadas por los peligrosos Gleyber Torres, Gary Sanchez, Aaron Hicks y Frazier bateando detrás de él, Voit se ha enfrentado recientemente a una buena cantidad de pitchers que le lanzan fuerte y adentro. Una vez que han establecido esa esquina por dentro y consiguen quedar en conteos a favor, comienzan a lanzar un poco más lento y afuera contra Voit de forma más regular de lo que lo hacían cuando Judge formaba parte del orden ofensivo y bateaba antes que él. Se trata de una fórmula de secuencia de pitcheos que Judge ve regularmente.
“Es bueno contar con él y siempre puedo depender de él. Y su comportamiento en el dugout, es la misma emoción que siente cuando está jugando”, afirma Voit.
Con Judge ahora lejos del equipo, continuando con un programa de bateo con el cual próximamente debería enfrentarse a pitcheo en vivo y se acerca cada vez más a su regreso a la alineación, ha surgido un vacío dentro del equipo del Bronx.
Se podría argumentar que nadie dentro del club ha sentido su ausencia más que Frazier.
Aproximadamente en el mismo momento en el cual Sabathia lanzó el primer pitcheo en el partido del domingo en Yankee Stadium, Judge, Bird y Betances partían rumbo a Florida desde la Gran Manzana. Por eso, cuando Frazier falló en atrapar una pelota que pegó contra la pared en esa misma noche, permitiendo anotar una carrera y cuando éste no leyó bien dos elevados que terminaron cayendo, Frazier no contaba con su coach extra para darle una palabra de aliento que él afirma haber necesitado. Y Judge no estuvo allí después del partido, cuando Frazier declinó hablar con los medios de comunicación.
Judge tampoco estuvo presente en Toronto el pasado martes, cuando Frazier decidió confrontar a los periodistas por lo que éste percibía que había sido una cobertura injusta para con él y las dificultades que ha tenido para encajar en el equipo. Hubo otros presentes en Toronto ese día, que se sentían algo decepcionados al ver que no siguió sus consejos antes de esa tensa sesión de ocho minutos con la prensa.
Quizás la presencia de Judge no habría sido suficiente para evitar que Frazier dijera gran parte de lo que expresó en esa tarde en particular. Pero reiteramos que durante todo el tiempo en el cual Judge había permanecido con el equipo, Frazier mantuvo guardados muchos de esos pensamientos que finalmente expresó ese día.
Independientemente de eso, Judge ha causado un impacto imposible de medir en este equipo aún encendido y aún golpeado lleno de suplentes, sin importar si juega o no.
“Es realmente importante”, dijo Boone. “Ha sido parte importante de todo esto y ha constituido una presencia importante dentro de todo ello para todos los chicos presentes en ese salón”.
Boone, quien ha sido firme creyente de la energía y química presentes dentro de un equipo, cree que el tono dentro de cualquier clubhouse puede hacer que un gran equipo pueda alcanzar la grandeza. Aspira que el tono impuesto por Judge pueda ayudar a que su equipo lo consiga.
“Dentro de algunos de los mejores equipos en los cuales he jugado, puedes ver algo que ocurre dentro del clubhouse en lo que respecta a energía que puede convertirse en un factor que te ayuda a ganar algunos partidos”, indicó Boone. “¿Cómo se cuantifica? No lo sé necesariamente, pero sí creo que importa. Y se puede percibir de muchas formas distintas”.
“En ocasiones, los chicos se llevan bien y todo es grandioso, en otras hay algo de inquietud presente. Esa también puede ser una gran cultura, en la cual los chicos se evalúan mutuamente de cierta forma. Se puede percibir de muchas formas diferentes en mi opinión, pero sí creo que cuando tienes una cultura fuerte, pienso que se traduce en algunos triunfos en el transcurso de una temporada. ¿Cuántos? Quizás nunca lo podamos saber, pero sí creo que importa mucho”.