Al desprenderse del barco el puente que permite poner los pies sobre suelo firme, el capitán del navío pisa su tierra natal, aquella que lo vio nacer hace casi 40 años, y que luego dejaría, a la edad de 10, con destino a Estados Unidos.
Nacido en Santo Domingo, en una clínica ubicada en el sector Gazcue, Mario Gil pronuncia, al momento de hablar con los medios, mientras recorren la embarcación, un español claro, con rasgos dominicano y puertorriqueño en su acento, este último porque el guardacostas que capitanea pertenece al país caribeño.
“Es una oportunidad inmensa que yo he tenido el poder trabajar con República Dominicana, el país donde nací; defender los Estados Unidos, el país donde me crié y me adoptó, y la región entera del Caribe”, expresó Gil, mientras mostraba la cabina donde dirige las operaciones junto a su tripulación.
Junto a 25 tripulantes, Gil, quien tiene rango de Capitán de Corbeta, que se traduce a categoría de mayor en cargos militares, explicó que su rutina anual consiste en 13 semanas en el guardacostas y otras 13 dando mantenimiento en tierra.
De forma más específica, describió su rutina diaria en “proteger todo el Caribe” mientras recorre las aguas que conectan las Antillas Mayores y Menores, para mantener las actividades marítimas más seguras.
Dijo que ha visitado y contribuido con la República Dominica en diversas ocasiones durante sus 22 años de carrera.
“Trabajamos junto a República Dominicana, Puerto Rico y las demás naciones alrededor; en el país venimos trabajando hace mucho tiempo con la Armada y con la Dirección Nacional de Control de Droga (DNDC)”, indicó el comandante del guardacostas Tezanos.
En esta nueva visita al país, la embarcación de Gil es la única representación de la Guardia Costera de Estados Unidos, donde llegaron con la misión de contribuir, enseñar y entrenar a los militares dominicanos sobre sus experiencias en el combate contra el narcotráfico, las averías a las embarcaciones y rescate de personas.
“La vida de las personas es mi prioridad”
Dentro de las misiones encomendadas al capitán señaló la de “mantener la vida de las personas sin importar las circunstancias en las que se encuentre”. Es la prioridad que difunde entre sus tripulantes.
Mientras hablaba sobre ello, recordó diversos escenarios donde le tocó vivir y vio como personas fallecían frente a sus ojos.
“He visto personas caer al agua por viajar en embarcaciones experimentales o yolas que realizan tráfico humano y una vez en el mar desaparecen. Otras veces he visto cómo son devoradas por tiburones delante de nosotros”, lamentó.
Del otro lado de la moneda, recordó como en enero pasado logró rescatar una mujer que llevaba 14 horas naufragando en un salvavidas.
Describió a la mujer rodeada únicamente de agua, encima de un salvavidas que pudo tomar luego de que la yola en la que viajaba se hundió, siendo ella la única sobreviviente, resistiendo en medio del Canal de la Mona por casi un día entero.
“Estábamos buscando resto de una yola que se hundió cuando decidimos parar un momento. Allí uno de los tripulantes visualizó a la señora, a quien inmediatamente subimos. Al inicio estaba consciente, pero una vez arriba se desmayó. La adrenalina fue lo único que la mantuvo flotando durante las 14 horas que naufragó”, relató Gil.
Biografía
Mario Gil es capitán de corbeta y comandante del Guardacostas “Joseph Tezanos”. Nació en Santo Domingo, República Dominicana. A los 10 años se mudó a Miami, Florida, donde ochos años más tarde se enlistó en la Guardia Costera.
Tiene una licenciatura en Ciencias de la Administración de la Nova Southeastern University y es maestro de embarcaciones de hasta 200 toneladas. Ha sido galardonado con tres medallas de Encomio, cinco al Mérito de la Guardia Costera y dos menciones de Honor del Comandante.
Otras asignaciones anteriores del comandante Gil incluyen comandante a bordo de “Coast Guard Cutter” (CGC) CUSHING en Atlantic Beach, Carolina del Norte, oficial de operaciones a bordo del CGC DECISIVE, en Pascagoula, Mississippi y primer teniente a bordo del CGC Resolute, en San Petersburgo, Florida.