Momentos después González ya estaba liderando la cirugía del expelotero de Grandes Ligas, David Ortiz, y lo primero que descubrió fue que un litro de sangre se había derramado dentro del vientre del astro del béisbol criollo, de acuerdo a una entrevista concedida al periódico Washington Post.
José Smester, el primer cirujano del “Big Papi”, dijo que cuando llegó estaba estable y hablando, pero que no en una buena condición de salud.
“Él estaba en un punto, podríamos decir, en el que si no se le daba el cuidado adecuado podía haber entrado a un estado crítico”, manifestó el médico al medio estadounidense.
El doctor también indicó que las lesiones de Ortiz habrían podido ser letales, incluso por separado, especialmente la del hígado.
“Pero en ese momento, no piensas en la muerte, piensas en lo que tienes que hacer», comentó Smester.
La cirugía inició a las 10:30 de la noche cuando le colocaron un parche en el hígado y luego comenzaron a trabajar con los intestinos, indicó González.
Después de terminar con los intestinos, los cirujanos continuaron con el hígado que todavía estaba sangrando por lo que se vieron en la necesidad de llamar a un especialista en trasplante de hígado para hacer la segunda incisión debajo de la costilla del expelotero.
En la intervención tuvieron que extirparle la vesícula y parte de los intestinos.
La operación finalizó a las 3:30 de la madrugada del lunes 10 de junio. Ese mismo día, pero en horas de la noche, Ortiz fue trasladado en avión ambulancia, desde el Aeropuerto Internacional Las Américas, hacia el Mass General Hospital, en Boston, ciudad donde jugó por más de 10 años como parte del equipo de los Medias Rojas.
En este hospital le realizaron una cirugía exploratoria.
«Su vida no debe cambiar», dijo González. «Él debe recuperarse por completo. Tendrá grandes lesiones y podría sentir un poco de dolor, pero puede tener una vida normal”, expresó.
El pasado domingo David Ortiz recibió un balazo, en la parte baja de la espalda que salió por el abdomen derecho, mientras compartía junto al comunicador Jhoel López en Dial bar and Lounge, ubicado en la calle Presidente Vásquez, en las cercanías de la avenida Venezuela, en Santo Domingo Este.
Ortiz fue llevado por Eliezer Salvador, en menos de 10 minutos, al centro médico Abel González, que está en la avenida Abraham Lincoln del Distrito Nacional, donde recibió los primeros auxilios y posteriormente.
Su estado de salud ha ido evolucionando, de acuerdo a informaciones dadas a conocer por su esposa Tiffany Ortiz.
En los últimos días ha podido hablar, caminar pero todavía necesita estar en reposo hasta su recuperación.
Por el caso están involucradas al menos 12 personas, de las cuales 9 cumplirán un año de prisión preventiva como medida de coerción.
La medida de coerción fue dictada en contra de Rolfi Ferreras Cruz o Ramón Martínez Pérez, alias Rolfi, quien admitió que fue quien disparó al exbeisbolista, así como de Oliver Moisés Mirabal, Eddy Vladimir Féliz García (El Nata), Joel Rodríguez de la Cruz (Calamardo), Porfirio Ayendi Dechamps Vásquez (Nene), Reynaldo Rodríguez Valenzuela, Lanny Estefanny Pérez Reyes, José Eduardo Ciprián (Chuki) y Carlos Rafael Álvarez (Carlos Nike), éstos dos últimos cumplen prisión en la cárcel del 15 de Azua y contra los cuales se ha abierto un proceso paralelo por este nuevo caso.