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La especialista en gestión de riesgos Carmen Veloz advirtió este viernes sobre los efectos nocivos del ruido para la salud, incluso cuando las personas se han acostumbrado a él.
Veloz destacó que el ruido excesivo, especialmente en los sectores más poblados del país, excede los límites establecidos por la ley y afecta el sistema nervioso central y la calidad de vida de los ciudadanos.
Según la normativa dominicana, el ruido permitido en zonas residenciales debe ser inferior a 60 decibelios durante la noche y 65 durante el día.
Sin embargo, las mediciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) indican que los niveles reales están muy por encima de estos límites.
Este problema se agrava en las zonas urbanas, donde las tiendas de comestibles y otros negocios contribuyen significativamente al ruido ambiental, perturbando el sueño y la tranquilidad de los residentes.
Impactos acumulativos en la salud
El especialista explicó que el ruido afecta el descanso y tiene un impacto acumulativo en el sistema nervioso central.
“El cerebro trabaja demasiado para filtrar el ruido ambiental, lo que dificulta la concentración y la comunicación. Esto afecta tanto a adultos como a niños, reduciendo la capacidad de aprender en el aula y cargando el sistema cognitivo antes de llegar a clases”, afirmó Veloz.
Los efectos del ruido no se limitan al entorno educativo. Según Veloz, el ruido prolongado también influye en las relaciones personales y la salud mental y puede provocar problemas como anorgasmia, disfunción eréctil y alteraciones del estado de ánimo.
“El ruido te molesta y te pone nervioso, afectando incluso la vida de pareja”, añadió.
Un problema cultural y legal
El experto indicó que este fenómeno tiene raíces culturales. “El dominicano tiene el chip de que debe ser bullicioso. Es necesario un cambio cultural que promueva el respeto por los derechos de los demás”, comentó Veloz.
Asimismo, Veloz destacó que las acciones correctivas deben estar enmarcadas en la legalidad. Se requiere una orden judicial para confiscar equipos de sonido que violen las regulaciones.
Sin este respaldo legal, las incautaciones pueden considerarse ilegales, lo que socava los esfuerzos por controlar el problema.
Ante este panorama, Carmen Veloz insistió en que el Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones deben tomar medidas urgentes para regular los niveles de ruido en el país. Este es especialmente el caso de las motocicletas sin silenciador que causan contaminación acústica en todo el país, molestando a las familias, a los niños que duermen y a los turistas que intentan disfrutar de paz y tranquilidad. Es necesario que existan leyes serias que exijan silenciadores adecuados en las motocicletas y fuertes multas y sanciones para quienes no las cumplan.
“Las acciones debieron haberse tomado hace mucho tiempo, pero es fundamental que se hagan respetando el marco legal”, dijo Veloz.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el programa “El Día”.
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DominicanToday