Bonanza económica acompañada de cifras que desmienten el optimismo

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Santo Domingo— Los resultados económicos favorables de finales de 2024 y del cuatrienio anterior nos permitirían cantar victoria si no coincidieran en el debate con valoraciones negativas de las subvenciones que tiran recursos por el desagüe y se traducen en un agudo déficit de las finanzas estatales que el Gobierno renuncia voluntariamente a resolver con reforma fiscal. No parece haber freno suficiente a la caída de las inversiones ni a la espiral de endeudamiento público para que algunos sectores mantengan el semáforo rojo encendido.

En vísperas del presidente La de Luis Abinader. anuncio de su intención de reducir masivamente la nómina mediante la fusión de ministerios, el gigantismo del Estado dominicano, denunciado por tener dimensiones propias de los países ricos, se expresó con la existencia de 23 ministerios y un Fiscalía General de la República de la misma categoría.

Cuatro meses después de que se conocieran las intenciones, el país entró en un nuevo año con un déficit presupuestario del 3,1%, equivalente al de 2024. Esto significa una virtual congelación de todas las partidas y una reducción aún más significativa de la inversión de capital del 12,5%. ¿Cambiar para que todo siga igual?

Estas cifras probablemente conmovieron al experto y ex Director General de Impuestos Internos, Magín Díaz, para predecir recientemente que “los intereses pagados por el endeudamiento para compensar las agudas limitaciones de los ingresos fiscales y la permanencia del uso actual del dinero público, que algunos consideran no prioritario, ‘devorarán el presupuesto’.

Sus criterios coinciden en cierta medida con reproches de otros sectores que tienden a recordar a la actual administración estatal que además de aspirar a una reforma fiscal, debe proponerse reformar el gasto con eficiencia y racionalidad administrativa. Para algunos observadores, el país parece estar subordinado a una maquinaria activa de empleos supernumerarios que desafía cualquier intención de reducir la Administración Pública a un tamaño razonable.

En reafirmación de una fuerte resistencia a disciplinar el gasto, anteayer el diario Diario Libre se refirió a las propuestas de creación de 23 nuevas instituciones que se encuentran actualmente en el Congreso Nacional en contradicción con el objetivo de racionalidad que se supone se fijará por el presidente Luis Abinader como gobernante y máximo dirigente del partido PRM en control total del Poder Legislativo. Sus mentes no dejan de considerar que la era del actual gobernante concluye el 16 de agosto de 2028 y que ya habría líderes en ascenso hacia las aspiraciones al trono y la voluntad de llenar el vacío dejado por el que se va.

LAS RECLAMACIONES

Los líderes de opinión aprovecharon el fin de año para alinearse a favor de directrices estatales que garanticen, desde su punto de vista, un progreso económico adecuado. Con una reacción cautelosa ante el endeudamiento externo dominicano, Martín Polanco, El editor del diario El Caribe, advirtió esta semana que el país podría estar aumentando su exposición a los riesgos asociados a las tasas de interés globales y la volatilidad de los mercados en los que operan los países.

Se refirió a que al aumentar su apelación a créditos externos, el Gobierno ha virado hacia la emisión (lo cual no sería muy conveniente) de bonos soberanos para una mayor dependencia del financiamiento privado internacional, desmarcándose de las deudas multilaterales y bilaterales contraídas con organizaciones tradicionales y a través de acuerdos bilaterales que impliquen menores costos y peligros para las naciones.

Este periódico estimó editorialmente hace unos días que “2024 debe ser el año para poner en jaque la informalidad generalizada de la economía que caracteriza muchas actividades de baja escala utilizadas para generar ingresos al margen de las regulaciones del sistema tributario y la adquisición de innovaciones capaces de incrementar productividad».

Diario Libre dijo casi al mismo tiempo que el 2025 viene cargado de desafíos que el país debe afrontar: “Tendrá que afrontar las consecuencias del retiro de la reforma fiscal del Congreso y la búsqueda de los recursos necesarios para continuar con los esfuerzos necesarios”. obras públicas.» Llamó a considerar la necesidad de mantener el crecimiento al que aspiramos como nación y sociedad.

LOS DESAFÍOS QUEDAN

Del balance apreciación de la economía dominicana, el exgobernador del Banco Central, José Lois Malkún, opinó que si bien 2024 fue un buen año, con la mayoría de los indicadores mostrando mejoría para 2023, el país debe avanzar esta vez hacia lo “ancestral”. problemas” como la mala gestión del sector eléctrico que afecta fuertemente a las finanzas públicas. Al mismo tiempo, el déficit de la balanza comercial sigue siendo demasiado elevado. Existe un temor subyacente a la desestabilización.

Con base en los resultados del país en el “Índice Global de Innovación 2024”, que ha seguido cayendo del puesto 90 al 97 en el ranking mundial, informa en este diario Mayelín Acosta afirma que República Dominicana tiene, entre sus principales desafíos, mejorar e invertir en innovación por su esencial impacto en el desarrollo. No parece que esto se esté haciendo mientras el resto del barrio avanza hacia sus objetivos.

Preocupado por el atraso del país, que a finales de 2024 parecía demasiado atrasado en el uso de fuentes de energía renovables, el exgobernador del Banco Central, Bernardo Vega, acaba de resaltar que: “Lamentablemente, en nuestro país la producción La energía solar es inferior al 10%”. Para empeorar las cosas, las tres empresas estatales de distribución de electricidad, “las infames EDES”, luchan para impedir que se expanda el uso del sol, que proporciona energía de forma gratuita.

De cara al futuro inmediato (2025), el economista Nelson Suárez, colaborador frecuente de este diario, advirtió que “si el endeudamiento continúa aumentando sin reducir el déficit fiscal (pronosticado para este año en 3,0% del PBI), el país podría enfrentar problemas financieros”. insostenibilidad en el futuro cercano”.

DINAMISMO PRIVADO

Si bien el Estado siempre quiere aparecer como el único héroe del crecimiento, en 2024, como ocurre mayoritariamente a través del tiempo, los mayores aportes a la expansión del Producto Interno Bruto provinieron de los sectores hotelero, de bares, restaurantes y comercio, además de construcción y zonas francas. Este dato fue incluido en un reciente artículo de Jaime Aristy Escuder, proyectando el futuro de la economía dominicana.

Agregó: “Esto significa que a pesar del aumento en el costo de financiamiento durante el año, los agentes económicos mantuvieron un alto ritmo de consumo y las empresas ejecutaron proyectos de inversión con altas tasas de retorno”. Explicó que el sector de la construcción es el más sensible a las tasas de interés.

Anteayer, en declaraciones al diario El Caribe, Eliseo Cristopher, presidente de la confederación que los representa, informó que las micro, pequeñas y medianas empresas constructoras, luego de experimentar un lento crecimiento a principios de 2024, comenzaron a recuperarse. dinamismo. Esta área de la economía se ve particularmente afectada por los altos tipos de interés y la limitada participación en la financiación estatal, por lo que parece que prefieren rendir homenaje a los grandes.

QUE VA BIEN

Atender datos sobre la realidad de la economía dominicana sin darle la palabra al Banco Central sería una omisión periodística inaceptable. De sus mediciones más significativas se desprende que al cierre de 2024, la economía de República Dominicana estará avanzando hacia alcanzar el mayor crecimiento de América Latina.

Teniendo en cuenta la evolución reciente del entorno internacional y, en particular, “las recientes reducciones de las tasas de interés en las economías avanzadas, el BC redujo en diciembre pasado su tasa de interés de política monetaria en 25 puntos básicos para favorecer la expansión de la liquidez o el dinero en el manos del pueblo para gastar a su discreción, redujo la tasa que más influye en el costo del financiamiento y los gastos privados a nivel nacional, de 6,00% a 5,75%.

Por sus sanas y dinamizadoras flexibilizaciones, el Banco Central dijo haber ponderado: “El buen desempeño de la economía dominicana y de los espacios monetarios frente a una inflación que se ha mantenido en la parte baja del rango meta 4.0%+1.0% durante el presente año y la reciente moderación del crédito privado… Quien pide más es un “gandío” (un acaparador que quiere lo más o lo mejor para sí sin pensar en las necesidades de los demás).

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