Afirman que RD se acerca a los niveles de ingreso de economías avanzadas.
Celebraron la estabilidad del sistema financiero y las políticas fiscales.
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió a las autoridades dominicanas por el sólido desempeño económico, reflejado en un dinámico crecimiento, el bajo nivel de inflación, una posición externa estable y los mejores resultados en materia social.
En su último informe de la Consulta del Artículo IV, el Fondo Monetario afirma que “el desempeño económico muy sólido de los últimos años, respaldado por las políticas de las autoridades, propició una sustancial reducción de la pobreza y la desigualdad, y la continua convergencia de los ingresos hacia los niveles de economías avanzadas”.
El informe también asegura que las perspectivas del país siguen siendo positivas y los riesgos para el crecimiento son moderados y están equilibrados.
Respecto al crecimiento económico, señala que en 2018 la economía repuntó a un máximo sin precedentes de 7% y se espera que en 2019 se modere al 5.5%, siempre dentro del rango estimado para el potencial. Los expertos explican que esta moderación obedecerá a un entorno internacional menos favorable, mayores precios del petróleo y una posible desaceleración en la expansión del crédito.
Sin embargo, cabe señalar que la revisión del FMI no consideró la reciente medida de liberación de 29 mil millones de encaje legal, similar a la tomada en octubre 2017 y que desató un gran dinamismo en la economía en 2018. Dado que el motor principal del crecimiento ha sido el consumo privado, es altamente probable que los resultados precisos en este análisis del fondo, sean sobrepasados.
El Directorio Ejecutivo elogió también el compromiso de las autoridades de mejorar la posición fiscal mediante reformas de gran alcance de la administración tributaria, para reducir la evasión, movilizar ingresos y mejorar la gestión de gobierno.
Además, se espera que la inflación se mantenga en el rango fijado como meta del Banco Central de 4±1%.
Y se proyecta que la posición externa siga siendo en general coherente con los fundamentos económicos y esté holgadamente financiada por la inversión extranjera directa (IED).
