La Oficia de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) inició el proceso de instalación y funcionamiento de los aisladores sísmicos del Hospital Regional Universitario San Vicente de Paúl, que el Gobierno construye en San Francisco de Macorís, provincia Duarte, a través de esta institución.
Durante su intervención, el ingeniero Pagán dijo “aquí hay una falla sísmica y gracias a esta tecnología, el hospital San Vicente de Paúl podrá soportar un sismo de hasta 8.2 grados, convirtiéndose en el primero del Caribe y serán uno de muchos que formarán parte de la Revolución Salud que desarrolla el Gobierno del presidente Medina.
El director de la OISOE, Francisco Pagán, acudió al lugar en compañía de José Restrepo y el Ing. Michell C. Chen, expertos en aislantes sísmicos de la Universidad de San Diego, Estado Unidos.
Pagán agregó que ese tipo de tecnología garantiza la estabilidad estructural de la obra, en la que se trabaja día y noche, principalmente con personal de esa misma provincia. “Los técnicos de aquí son todos jóvenes, preparados y con mucho deseo de trabajar y ellos son los que llevan esa obra”, enfatizó Pagán.
Por su parte, Restrepo dijo que el hospital San Vicente de Paul será el primero en República Dominicana, la Cuenca del Caribe y América Central que contará con ese sistema de seguridad.
En la actividad también intervinieron los especialistas en Geotécnica de Terremoto; ingeniero Armando Simo-Nelli y el doctor Augusto Penna, así como también el doctor Luigi Di Sarno; especialista en Estructuras Sismorresistente, quienes valoraron la calidad de la obra.
Acerca del HRUSP
El Hospital Regional Universitario San Vicente de Paúl (HRUSP) es una infraestructura que se construye en el KM 2 y medio, en Guiza, Carretea San Francisco de Macorís-Nagua, en un espacio de 48 mil metros cuadrados.
Este centro contará con un sistema de 124 aisladores y deslizadores; herramientas de alta tecnología que protege la estructura de los efectos del sismo, permitiendo que se mantenga funcionando durante y después de ocurrido el fenómeno. Los hospitales que se construye con aisladores sísmicos, reducen con ello los desplazamientos laterales y la aceleración del suelo en un 35 por ciento durante un terremoto, además de salvar las vidas de los usuarios de estos espacios.
El nuevo hospital regional, que sustituirá al antiguo San Vicente de Paúl, contará con una capacidad de entre 280 a 300 camas y, además, sumarán al Sistema Nacional de Salud un total de 30 camas de cuidados intensivos a la región Nordestana, de las cuales 20 serán para cuidados intensivos para adultos y 10 neonatal y pediátrica.
Pagán resaltó que en esta obra trabajan jóvenes profesionales de la ingeniería, en quienes reposa la coordinación general de esta importante estructura hospitalaria.