La comisión de Justicia de la Cámara de Diputados maneja cerca del 65% de los proyectos que son sometidos en esa ala del Congreso Nacional. Henry Merán Gil, que es su presidente desde el 2016 y miembro desde el 2010, considera que el camino que debe recorrer una iniciativa hasta convertirse en Ley, puede resultar tedioso y agotador para cualquier legislador que en ocasiones termina su período legislativo sin ver que son aprobados sus proyectos. Merán considera que se debe aprobar un reglamento bicameral que regule los procesos y el tratamiento entre los legisladores del Senado y de la Cámara de Diputados. Para el diputado peledeísta por San Juan, en no más de 20 años quedarán pocos temas transcendentales para legislar y el Congreso dominicano dejaría de tener como prioridad en su naturaleza el legislar y asumiría como principal naturaleza fiscalizar los demás poderes públicos.
¿Cuáles son los temas que maneja la comisión de Justicia?
La comisión de Justicia maneja alrededor del 65% de los proyectos que son conocidos en la Cámara de Diputados, es la que tiene la mayor carga legislativa. Los temas legislativos suelen ser temas jurídicos, por ende, terminan una gran parte en esta comisión. También sirve de soporte a otras comisiones porque hay proyectos que tocan temas jurídicos.
¿Cuáles proyectos están de estudios en la comisión?
Actualmente estamos apoderados de 46 proyectos de leyes al inicio de esta legislatura, el 27 de febrero. En una legislatura esta comisión recibe en promedio 50 proyectos. Tenemos el Código Penal, el Código Civil, el proyecto que crea el sistema de protección contra la violencia hacia las mujeres, el de garantías mobiliarias, el de alquileres y desahucio, fuerza pública en los embargos, varios proyectos de creación en el Poder Judicial de salas,cámaras, juzgados de paz, entre otros importantes.
¿De los proyectos que llegan a la comisión a que porcentaje se le rinde informe?
Alrededor de un 80%. Lo que ocurre es que luego de la comisión rendir esos informes en diferentes etapas del proceso legislativo los proyectos terminan perimiendo, beben ser reintroducidos por los diputados y luego vuelven a la comisión de Justicia. Por ejemplo el Código Penal, desde el 2005 a la fecha la comisión de Justicia ha rendido alrededor de 18 informes y todavía no tenemos Código.
¿Es agotador ese ciclo?
Es un ciclo totalmente agotador, para algunos legisladores resulta tedioso y provoca que más de un 30% de los legisladores terminen aspirando o dedicándose a otra cosa en su vida política. La labor legislativa es compleja, técnica y requiere de mucha paciencia. No necesariamente hay que ser un buen político para maneja los temas. Llega un momento en que el vaivén de los proyectos provoca en ciertos niveles creer que las cosas no fluyen y sin embargo, este es uno de los Congresos que más diligentemente trabaja. Usted observa otras democracias incluso más modernas que la nuestra y los proyectos de leyes duran más Debemos reconocer que hay algunos temas que el Congreso se ha dilatado en la aprobación y hay otros que a pesar de las discusiones no nos hemos puesto de acuerdo. Pero son temas muy puntuales.
¿A qué se debe que las dos cámaras no prioricen las mismas leyes?
A que no hay un reglamento entre cámaras. El Congreso tiene un problema de interrelación de sus cámaras legislativas eso es algo que lo vivimos y lo padecemos los diputados frente a los senadores y viceversa. Los temas que regularmente son prioridad para la Cámara no lo son para el Senado. A pesar de ser dos cámaras independientes tiene que existir un reglamento que defina los niveles de prioridad y la dinámica entre las cámaras. Igualmente que tenga que ver con la autoría de los proyectos. Fíjese que cualquier tema que un legislador somete por una cámara otro legislador lo puede someter por la otra.
¿Considera que existe una hiperlegislación, es decir que se someten muchos proyectos?
Aún no podemos considerar que todos los temas están legislados. Creo que en no más de 20 años ya quedarían pocos temas importantes. Yo dirigí una comisión para evaluar las piezas que están pendientes de mandato constitucional del 2010. Ese informe establecía que 23 legislaciones estaban pendientes de creación y otras 41 de modificación. Cuando ese ciclo de reformas esté concluido los temas de envergadura desde el punto de vista legislativo serán los menos y el Poder Legislativo pasará a lo que yo llamo un segundo ciclo en su naturaleza.
¿A qué se refiere ese segundo ciclo?
El poder legislativo dominicano dejaría de tener como prioridad en su naturaleza el legislar y asumiría como principal fin, fiscalizar los poderes públicos. Los congresos en sociedades desarrolladas terminan siendo de fiscalización de los demás poderes públicos y un tanto menos legislativos.
Usted habla de ese modelo, pero en el Congreso dominicano eso no se da…
Somos un Congreso dedicado en un 90% al ejercicio legislativo. Tiene también que ver con el sistema de gobierno que tenemos, un sistema presidencialista donde el Ejecutivo se comporta como un poder hegemónico sobre los otros y es parte de nuestra tradición republicana y presidencialista. ¿Cuál es el principal reto de los poderes públicos? Asumir su independencia en su naturaleza y funciones. Yo creo que lo llevamos bien. Usted no ve esa injerencia del Ejecutivo sobre los demás como se veía hace 30 años.
El término no es “injerencia”, pero en este Congreso lo que se aprueba es de interés del Ejecutivo…
Un partido, fruto de la voluntad popular, termina teniendo mayoría en el Congreso y en el Ejecutivo eso más que ser peligroso y dañino yo diría que es importante. Si el PLD no lo hubiera combinado, el país no se habría desarrollado como está. El nivel de cooperación entre poderes, partiendo de que sus dirigentes pertenecen al mismo partido lo que hace es viabilizar los planes de un Estado. Cuando un presidente no puede contar con un Congreso para que apoye sus planes de trabajo entonces viene un clima de ingobernabilidad que produce atraso.
¿Usted considera que el Congreso es contrapeso del Poder Ejecutivo?
Yo tengo una postura sobre eso. Los poderes se complementan entre ambos en dirección del Estado. Creo que los poderes ejercen sus funciones de manera autónoma e independiente uno del otro. La misión del poder legislativo no es obstaculizar o servirle de contrapeso o de amenaza al Ejecutivo ni el Ejecutivo al legislativo o al judicial.
¿Qué ha pasado con el proyecto de extinción de dominio?
Ese proyecto perimió en el Congreso y no ha sido reintroducido, no solo por el Poder Ejecutivo, sino por ningún legislador. Considero que es un proyecto interesante, altamente importante para el estado de derecho. Hay que estudiar a fondo aspectos como la imprescriptibilidad del crimen y delito que tipifica.
Vía: elcaribe.com.do