Financiación de fármacos eficaces para obesidad

La obesidad en nuestro país se ha duplicado desde 1987 a 2020. Según los expertos, es más fácil encontrarse por la calle a un sujeto con sobrepeso u obeso que a uno delgado. Estos datos preocupan a los profesionales sanitarios, ya que esta enfermedad está asociada a muchos eventos cardiovasculares, que a su vez conllevan mortalidad. Por ello, en el marco del XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), ha habido una mesa titulada ‘Obesidad y enfermedad cardio-vásculo-renal’ donde se ha reclamado la financiación de fármacos eficaces para esta patología.

«La obesidad conlleva un aumento de la mortalidad cardiovascular y renal. Actualmente, se le considera una enfermedad cardiovascular-renal y ya hay fármacos que han demostrado que reduciendo el peso disminuyen los eventos cardiovascular-renales«, ha apuntado Carlos Morillas, jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Doctor Peset (Valencia) y moderador de este debate.

Uno de los aspectos que ha salido a relucir en esta charla es la inflamación del paciente obeso por su resistencia a la insulina. De hecho, es consecuencia directa de los problemas cardiovasculares y renales a lo largo de su evolución. Según ha indicado Morillas, esto se ha tratado cambiando el estilo de vida de los pacientes, sin embargo, han fracasado todos estos intentos. No obstante, hay esperanza porque han llegado fármacos eficaces que además de ayudar a perder peso de forma saludable, reducen los eventos cardiovasculares en los pacientes. Un paradigma no visto hasta ahora.

Acceso a los fármacos para la obesidad

¿Cuál es el principal objetivo en el abordaje de la obesidad y la enfermedad cardio-vásculo-renal? Concretamente, el escollo se encuentra ahora en el acceso a estos fármacos que han demostrado que son eficaces. «La obesidad debe ser considerada una enfermedad crónica, debemos intentar que se financien estos fármacos a los pacientes que tienen un evento vascular y tienen sobrepeso u obesidad«, ha afirmado el jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Doctor Peset (Valencia).

En este mismo sentido, ha insistido en la necesidad de que puedan recibir estos tratamientos, «aunque no sea al 100 por cien» pagados por la administración. De esta manera, se equipararan estas terapias como a otros tratamientos crónicos, para la hipertensión, para el colesterol: «Es el momento que se financien fármacos eficaces para la obesidad«.

Dejando a un lado este rol más reivindicativo, Morillas ha reflexionado sobre la mejora del estilo de vida de la población. Se refiere sobre todo a realizar más ejercicio físico (incluidas las actividades de fuerza muscular) y a seguir una dieta saludable. Todo ello combinado con los fármacos inhibidores del apetito ayudarán a mejorar el pronóstico del paciente obeso.

En esta mesa organizada por la SEA participó también Juan José Gorgojo, jefe de Endocrinología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid), quien ha expuesto las evidencias de intervención en personas con obesidad y enfermedad arteriosclerótica. A lo largo de su charla ha detallado datos importantes como que la obesidad abdominal es causante del 20 por ciento de los infartos agudos de miocardio y que la obesidad en general aumenta un 20 por ciento el riesgo de sufrir enfermedad renal crónica.

Por su parte, Almudena Castro, jefa de Sección de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y conferenciante en este encuentro, ha subrayado que es una «época buenísima» para la prevención cardiovascular porque «el mundo de los lípidos se ha abierto».