Imagina tu postura como el cimiento de un edificio: si este es sólido, el resto de la estructura se mantiene estable. De manera análoga, mantener una postura correcta va más allá de la mera alineación del cuerpo, se traduce en beneficios tangibles para el bienestar físico y emocional.
Los expertos del Centro de Fisioterapia y Entrenamiento Personal Nou Moles cuentan la importancia de mantener una buena postura.
La salud integral se consigue con una postura correcta
Uno de los aspectos clave radica en el cuidado de la espalda. Al mantener la columna vertebral alineada, reduces la presión sobre los discos intervertebrales y los músculos circundantes.
Esta práctica sencilla, pero poderosa, previene dolores crónicos y molestias en la espalda y el cuello, contribuyendo a una mejor calidad de vida.
Además, la postura erguida facilita una respiración más profunda y eficiente. Una buena postura permite que los pulmones se expandan completamente, mejorando la capacidad pulmonar y asegurando una oxigenación adecuada de todo el cuerpo.
Este proceso no solo revitaliza tu sistema cardiovascular, sino que también contribuye a una sensación general de vitalidad y bienestar.
“Muchas personas no poseen la fuerza ni la resistencia muscular para sentarse o estar de pie con una buena postura durante mucho tiempo, por lo que no sólo es importante realizar deporte para compensar el estilo de vida sedentario, sino fortalecer de forma específica la musculatura postural para prevenir lesiones”, cuentan los expertos del Centro de fisioterapia Nou Moles.
Además, los expertos añaden que “las consecuencias de una mala postura mantenida durante períodos prolongados, son variadas, pero principalmente, suelen traducirse en dolores de espalda a cualquier nivel (lumbar, dorsal o cervical)”.
Impacto psicológico de una postura correcta
No hay que pasar por alto el impacto psicológico de una postura correcta. Una postura equilibrada influye positivamente en la percepción que tienes de ti misma.
La confianza y la autoestima se ven beneficiadas y esto crea un círculo positivo donde la mejora física se refleja en la mejora de ánimo y un mayor bienestar emocional.