Entrar al cuartel general de Twitter en San Francisco, California, puede ser tan complicado como acceder a la Casa Blanca, pero una vez que pasas todas las barreras, entras a un mundo lleno de hashtags en cada pared, cafeterías y restaurantes ideales para trabajar de manera relajada e informal y —por supuesto— comer, y hasta una terraza a modo de playa en la que se puede tomar el sol y, por qué no, unos mojitos.
En Infiltrados de CNET en Español nos metemos en las oficinas de Twitter y las recorremos de la mano de Jessica Cavazos, una ingeniera de software originaria de México y que estudió en el Tecnológico de Monterrey.
Infiltrados es una serie en la que mostramos cómo son las empresas de tecnología por dentro. Para ello la compañía nos abre las puertas de sus oficinas y nosotros conversamos con un empleado latino para conocer su historia de desarrollo profesional. Puedes ver esta serie también en nuestro canal de YouTube.
La aventura de infiltrarnos en Twitter
Infiltrarme en la sede central de Twitter fue una aventura. Si nunca has estado en San Francisco, tengo el deber de colocarte en situación: la compañía logró en 2014 un acuerdo para evitar el pago de ciertos impuestos en la ciudad a cambio de no abandonarla para irse al sur de Silicon Valley, en donde está la mayoría de los gigantes tecnológicos, como Facebook, Apple y Google.
El gobierno local habilitó áreas especiales para empresas como Twitter que históricamente habían sido conocidas por ser zonas de tensión y nido de problemas sociales —con indigentes durmiendo en las calles, venta de drogas y los subsecuentes problemas.
Twitter queda en pleno centro de San Francisco, una zona que todavía se ve golpeada por los sin techo, la venta de droga y otros problemas sociales derivados de esa actividad.
Este mismo año, The New York Times declaró el área como una de las más sucias y caras de la ciudad, y aunque no quiero entrar en detalles de todo lo que puedes encontrar en las calles cercanas a las oficinas de Twitter —también Uber y Dolby tienen oficinas en la misma calle—, gracias a esta gran cantidad de techies, el barrio ha ido mejorado sustancialmente y también la renta y el precio de las casas se ha disparado.
Así que podrás imaginarte que entrar a Twitter no es cosa fácil, hay varios accesos de seguridad y, además, la compañía tiene personal en cada piso y los vigilantes están muy pendientes de cualquier actividad o actitud sospechosa, algo que nunca había visto en una empresa de tecnología. Supongo que tiene sentido por varios motivos: la zona, la importancia de la plataforma en la vida cotidiana de sus usuarios y, desde luego, el miedo a que acontecimientos como el de YouTube puedan repetirse.
Twitter en datos
Con al menos 350,000 tuits enviados cada minuto, 200,000 millones al año y más de 300,000 millones de usuarios activos al mes en todo el mundo, Twitter es el hogar de una gran cantidad de discusiones políticas, pero también la casa de 4,300 empleados alrededor del mundo.
La red social nació en 2006, de la mano de Jack Dorsey, Evan Williams, Noah Glass y Biz Stone. Entonces, Dorsey era empleado de una empresa llamada Odeo, la cual quería lanzar un servicio de podcasts que finalmente no vio la luz gracias al lanzamiento de iTunes de Apple, casi al mismo tiempo.
Un dato curioso sobre la compañía es que Twitter, que originalmente se llamaba «twttr», logró obtener el nombre que tiene hoy en día seis meses después de su lanzamiento, cuando la empresa compró el dominio que ya estaba registrado por terceros. En 2006, tres de los fundadores originales compraron Odeo —incluyendo el servicio de mensajería Twitter— y en 2007 inició la popularidad del servicio en la conferencia South by Southwest, en donde por primera vez se colocaron pantallas con tuits sobre la conferencia, algo que hoy vemos prácticamente en cualquier lugar.
A pesar de su popularidad, Twitter no vive actualmente su momento de mayor bonanza. La red social crece de manera muy lenta y, hoy por hoy, no está en el top cinco de redes sociales más utilizadas, siendo superada por plataformas más visuales e incluso más nuevas, como TikTok, que tiene 500 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo.
Algunos momentos han sido históricos para la empresa, como cuando Ellen DeGeneres tomó una foto en los Premios Oscar haciéndola batir el récord histórico de retuits del mundo —actualmente tiene 3.2 millones. Y otros, como el cierre de Periscope y su fusión dentro de la plataforma han sido más tristes, al menos para los creadores, muchos de los cuales decidieron pasarse a otras plataformas como Instagram.
Una playa urbana y juegos para desestresarte
Entrar en Twitter nos permitió conocer varias áreas de la empresa, aunque no donde se resguardan los algoritmos que descifran las tendencias mundiales. Jessica Cavazos nos dio un recorrido y nos enseñó desde el remodelado comedor-restaurante, en donde sirven comida gratis para los empleados y existe una variedad de menús para elegir —tienen hasta dieta paleo, para los más estrictos—, hasta una terraza enorme con sillas reclinables para tomar el sol y un área para jugar cornhole.
Estudié mi carrera en el Tecnológico de Monterrey, en México. Estando allí nos llegó una convocatoria para un evento en Twitter. Te volaban a San Francisco para conocer la empresa y esto me dio la oportunidad de obtener una entrevista y comenzar a trabajar con ellos
Jessica Cavazos, ingeniera de software en Twitter
Según datos de Twitter, en agosto de 2019 4.4 por ciento de los empleados en Estados Unidos eran latinos. Cavazos también nos contó sobre Twitter Alas, un grupo de empleados latinos y con ascendencia latinoamericana, que tiene como objetivo crear un ambiente más inclusivo para los representantes de la comunidad «latinx» y además ofrecer soporte para generar nuevas oportunidades para los representantes de este grupo dentro y fuera de la compañía.
En Twitter, me encontré personas trabajando en la cafetería, el restaurante, la biblioteca o la playa urbana y, aunque sí, tienen escritorios, la cultura corporativa le da la posibilidad a los empleados de trabajar donde se sientan mejor. A esto debemos sumar que la empresa ofrece cursos internos complementarios a los trabajadores, para que puedan aprender temas que desconocen y aplicarlos en sus proyectos.
Algo que me gustó fue tener la oportunidad de ver las pantallas en las que se monitorizan las tendencias mundiales, porque reflejan las tendencias más importantes, que la empresa suele tomar en cuenta dentro de su cultura corporativa. Además, de esta experiencia aprendí que trabajar en Silicon Valley no solo se reserva para quienes viven ya en Estados Unidos, sino que cualquiera con talento puede hacer sus sueños realidad.
Fuente: www.cnet.com