Cómo vivir mejor el confinamiento con tus hijos: 7 consejos

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Algunas recomendaciones a seguir para evitar problemas ante el confinamiento con hijos pequeños.

Para muchas familias, las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia generada por el coronavirus es solo parte del problema con el que hay que saber lidiar en el día a día.

Tener que pasar muchos días seguidos en una situación en la que los hijos pequeños apenas pueden salir al aire libre también resulta duro para unos padres y madres que ya de por sí están muy estresados durante estos días.

Por eso, aquí veremos algunos consejos útiles para saber cómo convivir del mejor modo posible con los hijos e hijas durante el confinamiento producido por el brote de COVID-19.

Convivir mejor con tus hijos durante el confinamiento: ¿qué hacer?

Sigue estas pautas para mejorar la convivencia con tus hijos en casa.

1. Establece horarios

Es muy importante contribuir a que el día a día de los pequeños sea estructurado. El hecho de prácticamente no salir de casa hace más fácil perder la noción del tiempo, y alimenta la predisposición de perder mucho el tiempo mirando una pantalla, por ejemplo, a la vez que otros aspectos importantes de la vida se descuidan.

Así pues, acuerda con tus hijos cuál debe ser la estructura del horario que seguirán; no te limites a imponerlo de manera unilateral, procura que se impliquen en su creación para que sea algo más significativo para ellos. Una vez «diseñado», cuélgalo en un lugar de la casa que sea muy visible para los pequeños.

2. Crea un espacio de libre expresión de emociones

El contexto familiar no puede ser una olla a presión en la que sea necesario reprimir lo que sentimos para no molestar a los demás. Por ello, de manera habitual, crea situaciones en las que los pequeños puedan expresar sus preocupaciones, dudas, inquietudes, etc. Eso sí, en caso de que no tengan nada que decir, no insistas; esto no debe parecerse a un interrogatorio.

Procura que sea lo más espontáneo posible a la hora de conversar con los pequeños. Y si en algún momento alguien se muestra especialmente apenado, ansioso y emocionalmente vulnerable en general, no lo pases por alto; dedícale la atención que merece y trata de ayudar en el momento. Hacer ver que no pasa nada para intentar que no cunda el pánico sería un error.

3. Asegúrate de que las normas de convivencia son claras

Evita a toda costa pretender implantar normas de convivencia muy complejas y con varias excepciones: no debería costar nada memorizarlas. Piensa que para tus hijos o hijas la crisis del coronavirus ya resulta lo suficientemente estresante como para que además pretendas que estén siempre alerta por si están quebrantando normas sin saberlo.

4. Si tienes varios hijos, impulsa roles de liderazgo

Los padres y las madres tienen un papel muy importante a la hora de dar afecto, proporcionar sustento y hacer posible que los pequeños aprendan; sin embargo, hay algo a lo que los adultos difícilmente podemos llegar: ser sus verdaderos referentes de comportamiento en lo que respecta a «lo que mola» y lo que no.

Es por ello que, si es posible, hay que aprovechar la posibilidad de que los hermanos mayores ayuden a criar y a educar a los hermanos pequeños: si no se llevan muchos años de diferencia, tienen más experiencia y desarrollo madurativo que los más jóvenes de la casa, pero no lo suficiente como para que sus maneras de ver la vida estén totalmente desconectadas. Un niño o niña casi siempre intentará parecerse a los otros jóvenes que son un poco mayores que él.

Así pues, en época de confinamiento, no está de más que los hermanos mayores echen una mano: así aligerarán tu carga de trabajo como padre o madre, y a la vez aprenderán a adoptar nuevas responsabilidades.

5. Predica con el ejemplo

Nada de lo anterior servirá de mucho si en tu día a día tu comportamiento demuestra que las normas de convivencia y los nuevos hábitos que pretendes instaurar para gestionar mejor el confinamiento no tienen mucho valor para ti. Por ello, muestra que te tomas en serio esas medidas tanto a la hora de llevarlas la práctica como a la hora de aplicártelas a ti.

6. Prueba con el Mindfulness

El Mindfulness es un conjunto de prácticas inspiradas en la meditación Vipassana y que han demostrado ser eficaces para mantener a raya las emociones negativas ligadas a la ansiedad y al bajo estado de ánimo. Además, como son muy sencillas de realizar, hasta un niño puede aprender ejercicios básicos de Mindfulness.