David Ortiz tuvo la oportunidad de agradecer el cariño de los fanáticos en el Fenway Park, exactamente tres meses después de que recibió un balazo en la espalda en su natal República Dominicana.
En su primera aparición pública desde el 9 de junio, cuando resultó herido de gravedad en un local nocturno de Santo Domingo, Ortiz hizo el primer lanzamiento ceremonial, antes del juego entre Boston y los Yanquis de Nueva York.
Ortiz lanzó la pelota a Jason Varitek, cátcher y su compañero en los equipos de Boston que se coronaron en la Serie Mundial de 2004 y en la de 2007.
El dominicano tomó un micrófono en el montículo y agradeció a los seguidores de los Medias Rojas por sus plegarias y apoyo. Luego, ocupó un asiento en la primera fila de las tribunas, a un costado del dugout de Boston.
“Quiero agradecerles a todos ustedes por todas las oraciones”, manifestó Ortiz en inglés. “Lo aprecio de verdad. Muchas gracias. Quiero agradecer a mis excompañeros por estar ahí para mí. Muchos de ellos fueron a mi casa para ver cómo estaba este chico. Quiero agradecer también a los Yanquis, muchos de mis chicos ahí también acudieron para ver cómo estaba ‘Big Papi’. Muchas gracias, lo aprecio. CC (Sabathia), (Edwin) Encarnación. Muchas gracias. Dios los bendiga. Vamos, Medias Rojas”.
Vestido con un jersey blanco de local, con el número 34 y pantalones negros, Ortiz ingresó en el terreno mientras el público se ponía de pie para ovacionarlo. Cuando comenzó el encuentro, ocupó su butaca y regaló el jersey a un niño pequeño que estaba sentado unas filas más atrás.
Ortiz, de 43 años y Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 2013, fue herido por un atacante a sueldo, quien llegó en una motocicleta y disparó a quemarropa, informó la policía. De acuerdo con las autoridades, el atacante confundió a Ortiz con el blanco real del ataque.
Los médicos en Santo Domingo extirparon la vesícula y parte del intestino de Ortiz, quien fue trasladado a Boston al día siguiente en un avión de los Medias Rojas. Ya en Estados Unidos, se sometió a otros procedimientos quirúrgicos.
Diez veces elegido al Juego de Estrellas, Ortiz ayudó en 2004 a que los Medias Rojas acabaran con una sequía de 86 años sin ganar la Serie Mundial. En 2013, bateó para .688 ante los Cardenales de San Luis, para ser el Jugador Más Valioso del Clásico de Octubre.
Pero más allá de su talento en el béisbol, fue su carácter jovial y su eterna sonrisa lo que se ganó el corazón de la ciudad.
En 2013, luego de los atentados dinamiteros en el Maratón de Boston, Ortiz subió al mismo montículo con un micrófono y arengó al público.
“Esta es nuestra… ciudad”, proclamó, intercalando una palabra malsonante. “Y nadie va a dictar cuáles son nuestras libertades”.
Ortiz se retiró después de la temporada de 2016, con 541 jonrones. Muy poco después, el equipo retiró su número 34.
La ciudad dio el nombre de David Ortiz a una calle y a un puente, adyacentes al parque.