Advertencia para el picheo de las Grandes Ligas: hay unos bateadores dominicanos que no creen en nadie. Están en furia y las pelotas son las que pagan la culpa al viajar bien lejos tras ser golpeadas por esos maderos.
No se puede afirmar que aterrizan sin costuras del otro lado de la verja, pero alguna marca tienen tras ser castigadas con la factura del “Plátano Power”.
Juan Soto apenas debutó el pasado día cinco y ya tiene cinco cuadrangulares, tres de ellos entre ayer y el miércoles, día en el que pegó dos y uno de ellos recorrió 466 pies, el palo más largo de su carrera. Resultaría imposible no mencionar a Soto, de apenas 22 años, en la discusión del mejor bateador de la actualidad. El jardinero izquierdo de los Nacionales de Washington es un garrote.
Fernando Tatis III, que el lunes fue seleccionado Jugador de la Semana de la Liga Nacional, arrancó la jornada de ayer como el líder en vuelacercas del circuito con ocho. Solo Aaron Judge, de los Yanquis de Nueva York, computa más tetrabases que el nativo de San Pedro de Macorís con nueve.
El paracorto de los Padres de San Diego, toda una sensación a sus 21 años, es por igual el número del viejo circuito en bases alcanzadas y ocupa puestos importantes en otros departamentos ofensivos significativos.
Otros quisqueyanos que se destacan en la exhibición de poder son Eloy Jiménez, de los Medias Blancas de Chicago, Manny Machado, de San Diego, y Teóscar Hernández, de Toronto, quienes han sacudido cinco jonrones en lo que va de contienda de las Mayores.
Nelson Cruz y Miguel Sanó, ambos de los Mellizos de Minnesota, José Ramírez, de Cleveland, Maikel Franco, de Kansas City, y Marcell Ozuna, de Atlanta, llevan cuatro pelotas puestas en dirección al otro lado de la verja.
Hernández es digno de una mención especial. Es de los puntos luminosos de los Azulejos, conjunto que encabeza en cuadrangulares y bases alcanzadas (35).
El patrullero fue el primer criollo en arribar a los cuatro batazos de vuelta completa en la estación.