México recibió 13,724 millones de dólares en concepto de remesas enviadas en los primeros cinco meses de 2019 por sus residentes en el extranjero, lo que representó un aumento del 4.74% respecto al mismo periodo de 2018, informó este lunes el Banco Central.
El monto de remesas acumulado entre enero y mayo fue superior a los 13,104 millones de dólares del mismo periodo de un año atrás, precisó el Banco de México en su reporte mensual.
En los primeros cinco meses de 2019, la remesa promedio fue de 318 dólares, superior a los 314 dólares del mismo lapso de 2018, y el número de operaciones pasó de 41.14 a 42.64 millones, la mayoría de ellas transferencias electrónicas.
Solo en mayo, México recibió 3,203 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero, una cifra superior a los 2,861 millones de dólares del mes anterior y a los 3,156 millones de dólares millones de mayo de 2018.
México recibió en 2018 un total de 33,470 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero, y en 2017 las remesas sumaron 30,291 millones de dólares.
Las remesas, que proceden principalmente de los emigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, representan la segunda fuente de divisas de México después de las exportaciones automotrices, y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
En 1995, el primer año del que ofrece resultados el Banco de México, las remesas fueron de 3,672 millones de dólares (ajustado al cambio actual).
El Gobierno de México, presidido por Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado en múltiples ocasiones que tiene un plan para garantizar los derechos y la protección a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, donde 48% son indocumentados.
El mandatario mexicano ha recordado en muchas ocasiones la importancia de las remesas para centenares de miles de familias en México.
En la 82 convención bancaria, celebrada a mediados de marzo en el balneario de Acapulco, insistió que la reducción de los costos de las comisiones bancarias se debe regular con una mayor competencia, y abrió la puerta a que se creen nuevos bancos regionales.
Por ello, animó a los bancos a “competir” entre ellos y se comprometió a regresar a la convención del próximo año para “reconocer al banco que mejor trató a nuestros paisanos que envían remesas a sus familiares”.