La OPEP rebajó este jueves ligeramente su cálculo sobre el incremento de la demanda mundial de petróleo y alertó de que una guerra comercial, especialmente entre Estados Unidos y China, sería muy negativa para la economía global.
La demanda mundial de petróleo aumentará en 2019 en 1.14 millones de barriles por día (mb/d), 70,000 b/d menos de lo calculado hace un mes, según el informe mensual difundido este jueves por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La OPEP calcula que este año la demanda media mundial se situará en 99.86 mb/d, aunque ve crecientes riesgos en las tensiones comerciales que pueden llevar a mayores caídas del consumo.
“Siguen existiendo importantes riesgos a la baja por la escalada en las disputas comerciales, que se extienden al crecimiento de la demanda global”, advierten los analistas de la organización.
El grupo energético mantiene su previsión de crecimiento para la economía mundial en el 3.2% para 2019, pero incide en que la escalada en las disputas por la imposición de aranceles puede llevar “a un menor crecimiento a corto plazo”.
Además del proteccionismo, supone también un factor de inestabilidad la tensión geopolítica, como la creciente hostilidad entre Irán y EEUU en lugares como el estrecho de Ormuz, una ruta clave en el transporte de crudo desde Oriente Medio.
“Durante la primera mitad de este año se han incrementado las tensiones comerciales, y los riesgos geopolíticos continúan en muchas regiones clave”, recalca la OPEP.
“Esto ha resultado en una desaceleración de las actividades económicas mundiales y un crecimiento más débil en la demanda global de petróleo, ambos en comparación con el año anterior”, resume el grupo energético.
La alta volatilidad en los precios del petróleo registrada en los mercados en las últimas semanas se debe, según la OPEP, a “la incertidumbre sobre la economía mundial (…) en medio de la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China”.
La OPEP estima que el crudo que el mundo requiere de sus 14 socios retrocederá este año un 3.5%, hasta los 30.5 mb/d, mientras que la oferta de sus competidores, con EEUU a la cabeza, aumentará en un 3.45%, hasta los 64.51 mb/d.
Sólo el incremento del bombeo previsto en Estados Unidos, en su mayor parte gracias al petróleo de esquisto, será de 1.83 mb/d y superará así el aumento del consumo de todo el planeta en 2019, de 1.14 mb/d.
La producción conjunta de los 14 socios de la OPEP cayó en mayo en 236,000 b/d debido sobre todo a un abrupto descenso en Irán, sometido a sanciones de EEUU y que en un sólo mes ha visto como su bombeo se desplomaba un 9%, o lo que es lo mismo, perdía 227,000 barriles diarios.
El bombeo de Irán se ha reducido desde 2017, cuando extrajo 3,81 mb/d, pero la caída se ha acelerado desde hace un año, cuando EEUU volvió a imponer sanciones a Teherán tras abandonar de forma unilateral el acuerdo nuclear iraní que había suscrito junto con otras cinco potencias: China, Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido.
El fin, en abril, de las exenciones otorgadas por Washington a ocho países para la compra de crudo iraní, la principal exportación del país, acentuó aún más la tendencia.
Además de Irán, también ha caído la producción de Venezuela debido a la grave crisis económica por la que atraviesa, así como por las sanciones de Washington sobre su industria petrolera.
Las extracciones de Venezuela retrocedieron en 35,000 barriles y se sitúan en 741,000 barriles por día, casi un tercio del bombeo promedio de 1.91 millones de b/d de media en 2017.
Estas importantes bajadas no se consiguió compensar con la subida de la producción de otros socios, como Irak.
Así, la producción de los 14 Estados de la OPEP fue de 29.87 millones de barriles diarios, con lo que por primera vez en cinco años el grupo petrolero produce de forma combinada por debajo de los 30 mb/d.
La OPEP y sus aliados, liderados por Rusia, decidieron recortar en los primeros seis meses del año su producción en 1.2 mb/d y en una reunión inicialmente prevista para el 25 y el 26 de junio se decidirá si se prorroga ese acuerdo.