La Superintendencia de Bancos (SB) rechazó este lunes la promoción de políticas públicas que promuevan una amnistía crediticia en la República Dominicana a las personas endeudadas durante la pandemia.
A través de un comunicado de prensa, la institución desaconsejó “firmemente” dicha propuesta, por entender que la eliminación del historial crediticio de los deudores afectados durante la crisis por el COVID-19 “sería más perjudicial que beneficiosa”.
“(…) pues eliminaría información de calidad para los procesos de evaluación de riesgos de las entidades de intermediación financiera, reduciendo el dinamismo crediticio”, destacó.
Agregó, además, que borrar dicho historial, tanto a los que siguieron honrando sus créditos (cerca de 1.6 millones) como a los que están en condición de morosidad (unos 317 mil) afectaría a todos los usuarios del sistema.
«Esta pretensión también tiene el potencial de incentivar un comportamiento más riesgoso por parte de los deudores con peor capacidad de pago», aseguró.
Al mismo tiempo, afirmó que esto aumenta el riesgo de que las entidades terminen otorgando préstamos a mayor costo y de mala calidad, producto de la falta de información confiable.
Esto elevaría los niveles de morosidad en el futuro, ocasionando un deterioro en la calidad de las carteras, adicionó la Superintendencia de Banco en un comunicado de prensa.
Apuntó que, en el caso de que la amnistía crediticia proponga la condonación de deudas, esto atenta contra el ahorro nacional: «Son los depositantes quienes tendrán que sacrificar sus ahorros para financiar parte de la crisis generada por la pandemia. La condonación crediticia de algunos terminará pagándose con los ahorros de los depositantes y el patrimonio de las entidades».
Apuntó: «A esto se suma que las condonaciones de deudas atentan contra la libertad contractual, el libre consentimiento y las soluciones basadas en el mercado. Los efectos de estas moratorias crediticias generales erosionarían la base de fondeo de las entidades de intermediación financiera, desincentivando el ahorro y, potencialmente, generando desconfianza en la moneda nacional».
La Superintendencia de Bancos reiteró su compromiso de velar por la estabilidad del sistema financiero, esto comprende la protección del bienestar de los usuarios, tanto de los deudores como de los ahorrantes.
Resaltó que, incluso, en el contexto actual, el sistema financiero del país «goza» de bajos niveles de morosidad: al cierre de octubre de 2020 el indicador pasó a 2.1 % (de 1.7 % en igual fecha de 2019).
«Esto resalta la cultura de cumplimiento que caracteriza al pueblo dominicano y la resiliencia de los deudores», destacó.
Dio estar en disposición de compartir con la Comisión de Hacienda del Senado los argumentos y datos que sustentan su posición.