Un astrónomo aficionado registró algo espectacular con el telescopio de su casa el miércoles 7de agosto al grabar un resplandor brillante en la superficie de Júpiter. El planeta más grande de nuestro Sistema Solar rutinariamente nos ofrece imágenes espectaculares, como las tomadas por la sonda Juno de la NASA, pero el destello inesperado ha emocionado a los astrónomos con la posibilidad de que haya sido el impacto de un meteorito.
Ethan Chappel apuntó su telescopio al gigante planeta gaseoso en el momento correcto, capturando el punto blanco que se ve en la parte inferior izquierda del planeta en las imágenes de arriba el 7 de agosto.
Aunque todavía debe ser confirmado por un segundo observador, parece que un asteroide de gran tamaño se estrelló en el planeta. El destello es breve y rápidamente se desvanece, lo que alienta la idea de que fue causado por el impacto.
“¡Otro impacto en Júpiter hoy!”, escribió en Twitter la astrónoma Heidi B. Hammel. “Un bólido (meteorito) y no es probable que deje escombros oscuros como lo hizo SL9 hace 25 años”.
Imaged Jupiter tonight. Looks awfully like an impact flash in the SEB. Happened on 2019-08-07 at 4:07 UTC. pic.twitter.com/KSis9RZrgP
— Chappel Astro (@ChappelAstro) August 7, 2019
El SL9 es el famoso cometa Shoemaker-Levy 9, que chocó en Júpiter en 1994. Hammel encabezaba el equipo que utilizó el telescopio espacial Hubble para estudiar el impacto y la manera en que respondió la atmósfera gaseosa del planeta.
Algo sobresaliente a considerar es que el tamaño aparente del destello es casi del tamaño de la Tierra, que es pequeña junto al gigante planeta gaseoso. Como referencia, dentro de la Gran Mancha Roja de Júpiter, que también es visible, cabrían unas tres Tierras.
Por supuesto, esto no significa que lo que haya chocado con Júpiter sea del tamaño de un planeta, sino que la colisión parece haber generado una gran cantidad de energía explosiva. Según Bob King, de la publicación Sky and Telescope, de ser confirmado, este sería el séptimo impacto registrado en Júpiter desde el del cometa Shoemaker-Levy y el primero en más de dos años.
Lo mejor es que todo ese tráfico de asteroides se quede en la parte externa de nuestro Sistema Solar; ya hemos tenido suficientes sustos causados por rocas espaciales recientemente.