“Una alimentación saludable cuesta un 60% más”

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Santo Domingo.- Rodrigo Castañeda, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en República Dominicana, enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de las dietas y el acceso equitativo a los productos alimenticios, a pesar de una disminución en la prevalencia de la desnutrición y el hambre. en el país. Señaló que si bien la prevalencia cayó del 8,3% en el trienio 2018-2020 al 6,3% entre 2020-2022, persisten desafíos.

Castañeda destacó la dificultad de encontrar alimentos saludables a bajo coste y de proximidad. Mencionó que una dieta saludable cuesta 60% más que una que cubre las necesidades alimentarias básicas y cinco veces más que las dietas que solo aportan energía alimentaria.

Durante su presentación sobre “Impacto del desperdicio de alimentos en el medio ambiente” en el seminario “Beneficios Sostenibles” organizado por la Red Nacional de Apoyo Empresarial para la Protección del Medio Ambiente (Ecored), Castañeda compartió estadísticas globales, afirmando que en 2022, 735 millones de personas padecieron hambre, mientras que 1.029 millones de personas fueron clasificadas como obesas. Destacó que el problema del hambre es principalmente una cuestión de acceso económico.

Castañeda señaló que el desperdicio de alimentos contribuye significativamente a los problemas ambientales, con ejemplos como el 12% de desperdicio en la producción pesquera y el 32% en frutas. Estos residuos suponen el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y si fuera un país, sería el tercer sector más contaminante a nivel global.

También destacó varios factores que contribuyen a la pobreza y la desigualdad que afectan la seguridad alimentaria, incluidas las pandemias, las desaceleraciones económicas, la variabilidad climática, los conflictos y el alto costo de las dietas saludables. Además, mencionó el impacto del cambio climático en la degradación del suelo, el uso excesivo de pesticidas y la necesidad de trazabilidad para reducir el desperdicio de alimentos.

Respecto a República Dominicana, Castañeda expresó preocupación por los indicadores de salud, afirmando que el 70% de la población padece obesidad o sobrepeso, lo que genera una carga importante sobre el gasto público en salud. Pidió esfuerzos para promover dietas y estilos de vida más saludables.

Castañeda también abordó el tema del desperdicio de alimentos en las zonas turísticas del país, enfatizando la necesidad de colaboración entre el sector público y privado para implementar iniciativas y reducir el desperdicio.

A nivel mundial, en 2022, 931 millones de toneladas de alimentos terminaron en vertederos, lo que pone de relieve la urgencia de abordar el desperdicio de alimentos y mejorar el acceso y la calidad de los alimentos.



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