La gran incógnita en la reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chileno, Gabriel Boric, era si saldría a relucir La guerra entre Israel y Hamás. en la conversación, después de que el país sudamericano llamara a consulta a su embajador en protesta por los bombardeos israelíes de Gaza. “No hemos excluido ningún tema”, sostuvo Boric a la salida del encuentro, quien no se refirió a la respuesta de Biden ante su postura sobre el conflicto. “No aceptamos que se nos haga elegir por uno u otro bando, nosotros optamos por la humanidad. Tanto los atentados de Hamás no tienen justificación como lo que está haciendo el Gobierno de Benjamín Netanyahu”, aseguró el chileno.
“Le manifesté al presidente Biden nuestra preocupación por lo que está ocurriendo hoy día en la Franja de Gaza”, ha dicho Boric ante los micrófonos, tras recordar que condena categóricamente los atentados del 7 de octubre perpetrados por Hamás. “Más de 8.000 muertos después de que comenzaran los ataques del Estado de Israel hacia la Franja de Gaza podemos decir que, sin lugar a dudas, la respuesta ha sido desproporcionada, que se está violando el derecho humanitario internacional y lo que está sucediendo en la Franja de Gaza es, sencillamente, inaceptable”, añadió.
Washington se encuentra bajo presión, tanto internacional como de parte del ala progresista del Partido Demócrata y las comunidades musulmanas, para responder a lo que la ONU ha descrito como una crisis humanitaria de enormes proporciones en Gaza. EE UU rechaza la idea de un alto el fuego, que asegura que solo beneficiaría a Hamás, puesto que le permitiría recuperarse de los efectos de los intensos bombardeos que lanza su enemigo. El secretario de Estado, Antony Blinken, regresará este viernes a Israel en su tercera visita al país en tres semanas para, entre otras cosas, reclamar al Gobierno de Netanyahu la puesta en marcha de pausas humanitarias, breves pero periódicas, en los intensos. bombardeos de las fuerzas israelíes contra Gaza.
Ni Boric ni Biden aludieron directamente a la crisis en sus declaraciones al comienzo de la reunión. El mandatario chileno hizo referencia a “algunos asuntos que están ocurriendo en este mundo, lo cual es bastante complicado en la actualidad” y expresó su confianza en que esos desafíos pueden resolverse mediante la promoción de los derechos humanos y la democracia.
Bórico ha endurecido el tono ante Israel y resolvió este martes llamar a consultas a su embajador en Tel Aviv, Jorge Carvajal, debido a las “inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza”. Hamás, según un comunicado publicado por EFE, experimentó la medida adoptada por Chile y por Colombia, que hizo lo propio. La decisión ha despertado críticas en la comunidad judía en Chile, que pidió revertir la medida, y en algunos sectores de la oposición que le cargan, entre otras cosas, la atención que la ha dado a un conflicto en el que no puede tener injerencia. Mientras la situación interna del país vive un momento complejo por temas de seguridad.
El mandatario chileno calificó la reunión con Biden de “provechosa y honesta”. “Abordamos materias de interés mutuo como la protección a los océanos, la transición energética verde, la relación económica y las inversiones de Estados Unidos en nuestro país”, sostuvo. Durante la reunión abordaron asuntos en materia de seguridad en América Latina para fortalecer la democracia y Boric celebró el que Washington haya decidido recientemente aliviar las sanciones al sector petrolero, del gas y del oro en Venezuela. Acerca de Cuba, instó al inquilino de la Casa Blanca al levantamiento de sanciones, dada la difícil situación que atraviesa el pueblo de la isla. Esas sanciones, señaló, no afectan solo a un Gobierno, sino a un pueblo entero. También le pidió que retirara a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo: “Creemos firmemente que no lo es”.
Bromas sobre la edad
Ambos líderes reiteraron su voluntad de fortalecer los lazos mutuos entre sus países, en un momento en el que las dos naciones cumplen 200 años de relación bilateral y el tratado de libre comercio entre Chile y Estados Unidos haya conmemorado su vigésimo aniversario. En ese contexto, quisieron hacer exhibición de sintonía y buena relación. Biden, de 80 años, Bromeó acerca de la juventud de su interlocutor, que con 37 años tiene menos de la mitad que él. “El único problema que tengo con usted es su edad, es demasiado joven”, se rió el veterano presidente estadounidense. “Ese no es un problema”, replicó Boric.
Los dos presidentes intercambiaron impresiones sobre su entrada en política: Biden fue elegido por primera vez senador por Delaware en 1972, cuando tenía 29 años, y consideró el cargo con 30. Solo abandonaría ese puesto en 2009, para convertirse en el vicepresidente de la Administración de Barack Obama. Con una sonrisa, Boric respondió a las palabras de Biden asegurándole: “Espero llegar tan lejos como usted”.
En un día soleado, pero de frío en Washington -las temperaturas oscilaban entre los 11 grados de máxima y los cero de mínima-, la chimenea del Despacho Oval, ante la que se sentaban ambos líderes, tenía un fuego encendido. Era la primera vez en que ambos se vieron en la Casa Blanca, aunque ya habían coincidido en la última edición de la Cumbre de las Américas, en 2022 en Los Ángeles.
El encuentro bilateral es previo a la cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), que celebrará su primera edición este viernes en la Casa Blanca. La iniciativa lanzada por EE UU en la Cumbre de las Américas busca “colaborar para profundizar la integración económica”, impulsar el crecimiento económico que incluya a todos y atajar las causas económicas detrás de los flujos de migración irregular en el continente. La APEP agrupa a EE UU, Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay.
