La Habana. Latinoamérica no es para Rusia el “patio trasero” de EE.UU., aseguró este viernes en La Habana el primer ministro ruso Dimitri Medvédev, quien reiteró el apoyo de su país a la región, en especial a Cuba, Venezuela y Nicaragua, a las que defendió frente a las “sanciones unilaterales” de Washington.
“Para nuestro país la región de América Latina y el Caribe es uno de los ámbitos clave de nuestra cooperación internacional. No es un patio trasero de Estados Unidos para nosotros. Es en nuestro propio interés que la región sea estable y económicamente eficiente”, aseguró Medvédev.
El primer ministro ruso se encuentra en visita oficial en Cuba desde ayer jueves, cuando se reunió con el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, y con el líder del Partido Comunista, Raúl Castro, además de presidir la firma de varios acuerdos de cooperación bilateral.
Esta segunda jornada la inició recibiendo el título de doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas por la Universidad de La Habana, donde el jefe de Gobierno ruso criticó en un discurso los métodos de varios países, entre ellos EE.UU., para aplicar “presión política y económica contra las naciones que no están de acuerdo”.
El dignatario denunció las “ilícitas sanciones unilaterales” contra naciones de la región, sobre todo Cuba, Venezuela y Nicaragua, a las que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, denomina la “troika de la tiranía” y sobre las que Washington ha redoblado las sanciones económicas y políticas.
Sobre Venezuela, Medvédev señaló que “hay solo un presidente y es Nicolás Maduro” y advirtió de que “solo los propios venezolanos pueden resolver sus diferencias internas”, en referencia a la severa crisis que sufre el país suramericano. Rusia es, junto a China, Cuba o Turquía, uno de los aliados clave de Maduro frente a los más de cincuenta países -entre ellos EE.UU., Canadá y la mayoría de los latinoamericanos- que desde febrero reconocen como presidente interino al opositor Juan Guaidó, líder de la Asamblea venezolana.