A 31 ascendió la cifra de presos fallecidos en enfrentamientos que comenzaron el pasado sábado entre reclusos de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada de Ecuador, informó la Fiscalía General del Estado.
El número de heridos también se elevó también a catorce, entre los que se incluye un policía, de acuerdo al último reporte del Ministerio Público sobre los hechos suscitados en la Penitenciaría, ubicada en la portuaria ciudad de Guayaquil.
Por su parte, el Ministerio del Interior informó que un total de 2.700 miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas de Ecuador ejecutaron un operativo de control en la penitenciaría luego de que el jefe de Estado, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción en las cárceles del país.
Solo una vez que la Policía y las Fuerzas Armadas lograron ingresar al centro penitenciario y retomaron su control se pudo tener un balance del enfrentamiento y la Fiscalía pudo proceder con el «levantamiento de cadáveres y recolección de indicios».
El ministro del Interior, Juan Zapata, señaló que, utilizando su fuerza coercitiva, el Estado recuperará «la tranquilidad y paz de los ecuatorianos».
Detalló que en la intervención al interior del centro penitenciario y en uso legítimo de la fuerza participan las unidades tácticas del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA), Búsqueda de Desaparecidos, Criminalística e Inteligencia.
Zapata apuntó que se ha recuperado el control de los pabellones 3, 8 y 9, pese a que poco antes, en su cuenta de Twitter, la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia señalaba que, tras la intervención de policías y militares había «control total» en ese centro penitenciario.
Además, añadió, «empezó la rotación de los presos en los pabellones». «La fuerza del Estado jamás se doblegará», apostilló.
En esta masacre se vieron enfrentados dos de las bandas criminales que se disputan el control interno de las cárceles de Ecuador, como son «Los Tiguerones» y «Los Lobos», quienes hace pocas semanas rompieron una tregua que mantenían, según el decreto presidencial emitido este martes para declarar el estado de excepción en el sistema penitenciario nacional.
AGENTES RETENIDOS
Al mismo tiempo que se suscitaban los enfrentamientos en la Penitenciaría del Litoral, colectivos de presos iniciaron una huelga de hambre en otras doce prisiones donde en cinco de ellas retuvieron a cerca de 137 de agentes penitenciarios, de los que este martes lograron ser liberados unos 120 funcionarios.
Si bien no se ha confirmado las razones de estas medida de fuerza, no es la primera vez que sucede, ya que en meses anteriores se registraron otras huelgas de hambre vinculadas a colectivos de una de las bandas criminales para reclamar traslados a otras cárceles.
El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso -que este martes participa en el Comité de Seguridad que se desarrolla en Guayaquil-, decretó el estado de excepción «por grave conmoción interna» en todos los centros de privación de la libertad que integran el Sistema de Rehabilitación Social a nivel nacional, por sesenta días.
La declaración de estado de excepción busca preservar los derechos de los reclusos, como grupo de atención prioritaria, así como de los agentes penitenciarios y de la Policía.
Su finalidad también es controlar las circunstancias actuales y restablecer la convivencia pacífica, el orden y el normal funcionamiento de los centros de privación de libertad.
Con el decreto se dispuso la intervención de las Fuerzas Armadas en el interior de las cárceles, una actuación excepcional temporal, subsidiaria y exclusiva ante graves alteraciones del orden.
El decreto también señala la suspensión del derechos a la inviolabilidad de la correspondencia y de la libertad de reunión entre reclusos.
Este martes, las Fuerzas Armadas informaron que en una operación militar de control de armas en los exteriores del Centro de Privación de Libertad de Esmeraldas, «tres sujetos que se dieron a la fuga, intentaron ingresar a este centro penitenciario 420 municiones de fusil calibre 5.56 milímetros».