La ciudad de Nueva York planea volver a cerrar escuelas y comercios no esenciales en nueve barrios de Brooklyn y Queens, donde los casos de coronavirus han registrado un fuerte aumento en las últimas dos semanas, de acuerdo a lo anunciado este domingo por el alcalde Bill de Blasio.
La propuesta del regidor, que necesita la aprobación de gobernador Andrew Cuomo para que pueda hacerse efectiva, plantea, entre otras cosas que los restaurantes solo puedan ofrecer comida para llevar y servicio a domicilio y que se cancele el servicio en terrazas y en los comedores interiores.
De Blasio también recomienda que los centros escolares y los negocios no esenciales permanezcan cerrados, al menos, dos semanas y que si en este periodo, el índice de positivos en las pruebas de Covid-19 no se reduce por debajo del 3%, que el cierre continúe otras dos semanas más.
“Hoy, desafortunadamente, no es un día de celebración”, dijo el funcionario al anunciar que quiere reconfinar esos barrios a partir del miércoles y que espera el aval de Cuomo.
“Los neoyorquinos han trabajado duro para luchar contra la COVID-19 y no estamos haciendo esta recuperación a la ligera, sino que la ciencia guía nuestras decisiones en la ciudad” dijo De Blasio, antes de subrayar la importancia de llevar mascarilla y mantener la distancia social.
Según datos ofrecidos por las autoridades locales, dos de estas zonas llevan catorce días registrando niveles por encima del 3%, otra por encima del 4%, en otras dos áreas han superado el 5% y en el resto están entre el 6 y e 8% de positivos.
Además, en los otros once distritos donde se recomienda el cierre de las actividades de “alto riesgo”, como los gimnasios y las piscinas o el consumo en el interior de bares y restaurantes, el índice de análisis positivos ha fluctuado entre el 2 y el 3%.
Varios de los nueve barrios aludidos tienen grandes poblaciones de judíos ortodoxos, entre las cuales el virus se ha expandido rápidamente en las últimas semanas.
El aumento de contagios coincidió con las Altas Fiestas Judías, los días más sagrados del calendario judío, que culminaron el lunes pasado con Yom Kipur.