El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con una bajada del 0,54 %, hasta los 40,41 dólares el barril, motivada por el temor a que los repuntes de COVID-19 que se están produciendo en Estados Unidos tengan un efecto negativo en los niveles de demanda de combustible.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto restaban 22 centavos respecto a la sesión previa del lunes, cuando el Texas avanzó un 0,7%.
Los precios del petróleo bajaban en medio de preocupación por las cifras de coronavirus en Estados Unidos, donde ya se han superado los 2,9 millones de contagios y las 130.000 muertes por el patógeno.
«En las últimas semanas, los operadores han puesto más peso en la evolución de la oferta, pero a partir de ahora los ojos están nuevamente en la demanda y en cómo el COVID-19 se expande por Estados Unidos. Agosto y septiembre serán un período decisivo así que no habrá vacaciones en los mercados energéticos», apuntó la analista de la consultora energética Rystad Energy Louise Dickson.
Agregó que el temor en torno al virus podría aminorarse si se produjese una desaceleración de los casos pero que «la realidad» es que el desarrollo del COVID-19 moverá los precios del petróleo y que de momento la «positividad» no es la palabra que los inversores están utilizando para este momento de la pandemia.
De momento, Florida ha adoptado nuevas medidas para limitar las reaperturas económicas y poder lidiar con el aumento de contagios por el virus, que está avanzando a un ritmo preocupante.
Por otro lado, California y Texas, dos de los principales motores económicos del país y dos de los estados más poblados, también han registrado altas tasas de infección durante el fin de semana, lo que ha profundizado el pesimismo respecto a los precios del crudo y los niveles de demanda.