Haitiano que robaba desnudo tiene al menos 14 denuncias en su contra

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El nacional haitiano detenido por agentes policiales el pasado fin de semana, quien se desnudaba para robar en residencias y cometer abuso sexual contra mujeres, cuenta con al menos 14 denuncias en su contra por delitos similares en otras zonas de la capital.

Las denuncias en contra del haitiano Olten Guzmán (a) Moreno y/o Greña, que oscilan entre los días 21 del octubre del 2021 al 26 de febrero del 2022 (fecha de su captura), provienen de ciudadanos residentes en los sectores 30 de Mayo, San Isidro, El Cacique, Átala, Nuestra Señora de la Paz, Ciudad Universitaria, Ensanche La Paz, Mata Hambre y Honduras, todos en el Distrito Nacional.

En la vivienda de una de las damas violadas por el apresado, el pasado 20 de febrero, la cual está ubicada en el sector 30 de Mayo, Distrito Nacional, la despojó de dos celulares, un televisor de 29 pulgadas, dos bocinas bluetooth, un reloj inteligente y la suma de 17 mil pesos en efectivo.

Mientras que, en la casa de un ciudadano residente en San Isidro, en Santo Domingo Este, Olten Guzmán logró sustraer dos televisores plasmas de 55 pulgadas, en un hecho registrado la madrugada del 21 de octubre del 2021.

En el sector Átala, Distrito Nacional, el nacional haitiano penetró la noche del 21 de enero pasado en la casa de una mujer en momentos que ésta dormía junto su hijo, lo que aprovechó para sustraer dos pares de tenis, una mochila con libros y cuadernos, dos celulares, así como también un monedero con documentos personales y la suma de 18,000 pesos en efectivo.

Asimismo, la denuncia de un comerciante residente en el sector Nuestra Señora de la Paz, en el Distrito Nacional, de fecha 4 de febrero del 2022, indica que el detenido penetró por el balcón de su apartamento de donde robó televisores de 55 pulgadas, 30 mil pesos en efectivo, dos pares de aretes de oro 14k, y un modem de Internet.

De igual modo, Olten Guzmán cometió robos en otras viviendas, donde, utilizando un palo, éste lo introducía a través de las ventanas con el fin de obtener las llaves que estuviesen a su alcance, las tomaba e ingresaba de manera sigilosa hacia las habitaciones donde sus legítimos propietarios dormían y cargaba con dinero, joyas y otras pertenencias; algunas de las víctimas reportaron haber sido amenazadas con un cuchillo por el detenido.

Las acusaciones reafirman que por el modo en que el detenido cometía sus fechorías, éste representaba alto peligro para la sociedad, ya que entre los afectados hay dos mujeres que fueron víctimas de abuso sexual.