Momento tenso se vivió este miércoles en Cabo Haitiano, Haití, lugar donde se realizará las honras fúnebres al asesinado presidente Jovenel Moïse, cuando un grupo de manifestantes le arrojaron piedras al director de la Policía, León Charles, acusándolo de estar involucrado en el magnicidio.
Los ciudadanos indicaron que Charles no tiene la capacidad para estar dirigiendo el organismo policial, mucho menos de llevar a cabo la investigación.
Rechazaron los hallazgos que hasta ahora ha dado a conocer la Policía haitiana sobre el caso. Indicaron que ese organismo no es un ente imparcial para llevar a cabo la investigación. “No pueden investigar los mismos que lo mataron”, dijeron los protestantes.
Además, se manifestaron opuestos al gabinete nombrado por el recién posesionado primer ministro, Ariel Henry, al señalar que está compuesto por las mismas personas que, supuestamente, tuvieron que ver con la desaparición física de Jovenel
La situación se puede tornar tensa mañana, durante la misa de cuerpo presente en la iglesia Saint-Pierre de petion-ville.
La entrada a Cabo Haitiano ha sido bloqueada.
El equipo de prensa de CNN decidió no dar cobertura al funeral, desde hoy se han retirado algunos profesionales y cuatro se marcharán mañana.
Según ha trascendido, el pueblo enardecido no quiere que algunos políticos asistan a la ceremonia luctuosa.
El expresidente y cantante Michel Martelly confirmó su asistencia pero lo hará con 25 agentes de seguridad y llegará directo en un avión privado desde Miami.
Por las trifulcas que ya comenzaron a producirse, se espera que pocos diplomáticos hagan acto de presencia.
Jovenel Moïse murió asesinado por un grupo de mercenarios que irrumpieron su vivienda causándole 12 disparos la madrugada del pasado 7 de julio.