Santo Domingo.-El Centro de Retención Vehicular el “Coco”, manejado por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), presenta una cantidad de vehículos, que a primera instancia, se visualizan como chatarra o abandonados.
Durante un recorrido realizado por periodistas de LISTÍN DIARIO por las inmediaciones del centro conocido popularmente como “Canodromo”, ubicado en la avenida Monumental con República de Colombia en el Distrito Nacional, se aprecia como los vehículos retenidos por la Digesett están en condiciones de deterioro.
La verja divisora entre el terreno y la acera peatonal que transcurre por la avenida República de Colombia permite a la persona que caminan por esa vía, ver los restos metálicos oxidados de lo que alguna vez fueron vehículos, que prevalecen enredados entre ramas y hierbas altas.
Desde allí, pero más alejado, se observa como cientos de vehículos de cuatro gomas y miles de motores se encuentran a la deriva y sin ningún tipo de protección ante cualquier efecto del clima, además algunos con daños visibles como gomas pinchadas, vidrios rotos, ralladuras y oxido.
Las condiciones en las cuales los vehículos son colocados dentro del centro de retención ha provocado la reacción de diversas personas, quienes alegan que al momento de retirar sus carros o motores los mismos sufrieron golpes o hurto de piezas y efectos personales.
Un grupo de personas reunidas en la entrada del “Canodromo” hacen referencia sobre estos casos y los tildan de “abusos” por parte de los agentes.
“Ellos tratan los motores con malicia, siempre salen con algún pelado o daño y cuidado si uno le reclama, va y no le devuelven más nunca el motor”, manifestó Alejandro, un motorista que esperaba a que le fuese devuelto su medio de transporte.
Además de Alejandro, varias personas en las inmediaciones, reclamaron a periodista de LISTÍN DIARIO que se “denuncien estos abusos”.
Colocación de vehículos y sobrepoblación
Los carros, camiones, guaguas y demás vehículos de cuatro gomas están colocados en los terrenos llanos del centro, así con algunos motores.
Sin embargo, estos últimos se colocan mayormente en una estructura de 3 niveles donde se visualizan miles de motores de diferentes centímetros cúbicos y modelos.
Recientemente se pudo visualizar como carros y motores dentro del centro eran trasladados a un solar en Villa Mella (ubicación exacta desconocida), según el vocero del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Viviano De León.
Indicó que dentro de las instalaciones del centro de retención, hay “sobrepoblación” debido a que muchos conductores dejan sus vehículos “abandonados durante años”
“Hay vehículos que han quedado ahí, que no han sido reclamados o ido a buscar por los dueños y eso ha provocado el sobrepoblamiento del centro”, expresó.
Aspecto legal
El artículo 243 de la Ley 63-17, la cual toca el aspecto sobre la remoción de vehículos, establece que el Intrant publicará cada mes un listado de todos los vehículos que se hayan removido temporalmente, en medios de digitales y su página web.
De igual manera, establece que el plazo para reclamar los vehículos será de 90 días, improrrogable a partir de la publicación.
El primer párrafo ese apartado invoca que cuando el propietario de un vehículo removido no lo haya reclamado en el plazo de 90 días antes mencionado, el Poder Ejecutivo podrá venderlo en pública subasta para de esta forma cubrir los gastos del servicio de remolque, depósito y de la publicación que se hizo con anterioridad. Si queda dinero, se le devuelve al propietario.
El segundo párrafo indica que dado el caso que se genere un sobrante luego de la venta del vehículo y los pagos de los respectivos gastos, el dueño dispone de un plazo de 30 días para recibir dicho dinero, sin embargo, “Si el dueño no lo reclama en este plazo, dicho sobrante ingresará a la cuenta única del Estado”, establece.