Armando Medina, el joven venezolano que sufrió daños cerebrales y en el sistema nervioso, falleció tras consumir bebidas alcohólicas adulteradas durante una excursión turística a la Isla Saona.
Su pareja, Ainhoa Garate, compartió la triste noticia en su cuenta de Instagram, actualizando previamente que el estado de salud de Medina era crítico.
El incidente ocurrió el 31 de octubre de 2020, y dentro de las dos semanas iniciales posteriores al consumo de la bebida adulterada que contenía metanol, Medina cayó en coma.
A lo largo de este periodo, el joven pasó por numerosas sesiones de diálisis y recibió diversos tratamientos.
Agradeciendo el amplio apoyo, su pareja compartió la desgarradora noticia en las redes sociales, afirmando: “Con todo el dolor de mi alma les informo que Armandito no pudo resistir esta batalla”.
Medina, que trabajaba como tatuador, había expresado su deseo de ser incinerado y actualmente se están realizando esfuerzos para encontrar centros adecuados para el proceso.
A finales de 2020, el Ministerio de Salud Pública revocó la licencia de la empresa responsable de la excursión, ATA Excursiones, donde ocurrió el trágico hecho.