SANTO DOMINGO.-En el sector El Túnel, del Ensanche Capotillo, barrio construido sobre una cañada, los servicios básicos siguen escasos y las oportunidades de trabajo para los jóvenes son nulas, factor que los empuja a delinquir.
Las lluvias registradas en los últimos días, ha empeorado la situación de los que allí viven EN medio de la covidianidad.
Eusebio Belén, de 60 años y con más de 30 viviendo en el referido sector es uno de los rostros de la pobreza en esa zona. Sin poder trabajar debido a problemas de salud y sin un familiar que le tienda la mano, debe sobrevivir con los mil pesos que le da el Gobierno a través de la tarjeta solidaridad.
Belén comparte miseria con sus vecinos, quienes además, en tiempos de lluvias como los actuales, se mantienen con el Jesús en la boca, ante el temor a inundaciones.
En El Túnel de Capotillo los servicios básicos son deficientes, por lo que no es raro toparse en cualquier esquina con un vertedero improvisado, mientras que la cañada sobre la cual fue construido el barrio, representa para ellos un foco constante de contaminación.
Ante la falta de empleos formales, los jóvenes del sector se ven obligados a realizar trabajos informales, como construcción o ventas en el mercado. Mientras que a otros el desempleo los empuja a la delincuencia, convirtiendo el barrio en tierra de nadie.
Los residentes en El Túnel de Capotillo, barrio olvidado por las autoridades y marcado por el sello de ser uno de los más peligrosos de la capital, esperan la aplicación de políticas públicas de desarrollo de parte del nuevo gobierno.
