Videoconferencias, mensajes por whatsapp, plataformas digitales o correos electrónicos, son las nuevas tareas que miles de padres alrededor del mundo han tenido que incluir en sus rutinas, para poder ayudar a sus hijos a dar continuidad a sus labores escolares en medio de la pandemia del coronavirus.
Si estas nuevas obligaciones se agregan además los quehaceres del hogar y los compromisos laborales, cabe preguntarse, como la famosa canción ¿y cómo lo hacen?
Ruth Gonzáles Pantaleón, quien es nutrióloga y tiene dos hijos de 13 y 7 años, explica que en su caso el proceso ha sido un poco “caótico”, sobre todo en cuanto al niño más pequeño, el cual demanda más tiempo y atención.
“Hay momentos en los que el tiempo no da entre hacer todas las labores de la casa, el trabajo y los colegios y a eso sumarle que no soy profesora. Pero creo que nos hemos logrado organizar y con un horario hemos llegado a acoplarnos y poder salir adelante”, expone.
Explica que el colegio de su hijo mayor ha establecido un horario de 8 a 2 de la tarde y con el menor dedica un promedio 4 horas diariamente a realizar los deberes, “puede ser menos o más dependiendo del nivel de atención que tenga ese día”, aclara Pantaleón, quien da seguimiento a las clases a través de plataformas digitales propias de los centros educativos de sus hijos, así como videoconferencias y correos.
El establecimiento de un horario específico para dedicar a los estudios parece ser la tabla de salvación de muchos padres, para poder dar abasto con todos los compromisos de día a día en estos tiempos de cuarentena, y cuando muchos han variado sus horarios laborales.
Tal es el caso de la maestra y actriz Jenny Guzmán, quien por la situación actual ha pasado a trabajar desde la casa y tiene dos hijos, uno de 8 años en la primaria y otro de 18, quien ya está en la universidad.
“Inicialmente fue muy estresante (el proceso de las clases virtuales), por ser algo desconocido, y por los propios miedos de lo que estamos viviendo ahora mismo. Ya la segunda semana hicimos ajustes, preparamos horarios y los respetamos, dejando tiempo libre entre clase y clase”, nos cuenta sobre su experiencia al ajustarse a esta nueva realidad.
Agrega que ha preparado un espacio en casa para prácticas deportivas que ayuden a los niños a soltar y mover el cuerpo “qué conste que vivimos en un apartamento sin balcón, ni terraza, pero usamos el pasillo, y pusimos videos para movernos, por ejemplo, bailando el sapito, o jugando trúcamelo hecho con maskingtape”, aporta Jenny sobre sus rutinas.
Para Paola Germán, quien tiene tres hijos, uno de ellos en la universidad, la situación con la carga de actividades en casa encuentra un balance favorecedor, pues su esposo no está laborando actualmente, por lo que puede dedicarse a acompañar a su hijos menores en las clases virtuales, que continúan de 8 de la mañana hasta el mediodía, mientras ella se dedica a trabajar desde casa.
“Esta dinámica ha facilitado grandemente la situación ya que no descuido el trabajo y los niños tienen a su papá al 100%”, explica.
Las madres dijeron sentirse satisfechas con los métodos de seguimiento al currículo escolar implementado por los centros educativos donde estudian sus hijos, aunque Ruth consideró que en su caso le gustaría que existiera una mejor comunicación entre los profesores y las familias, mientras que a Jenny le gustaría que el centro realizara videoconferencias con mayor frecuencia.
¿Y los que hay de los quehaceres?
Tanto Jenny como Ruth, y otras madres y amas de casa consultadas por Diario Libre con relación a la organización de su día, coinciden en que establecer un horario para cada actividad, incluyendo los quehaceres del hogar, es la mejor opción para cumplir con todos los compromisos y no morir en el intento.
Sobre todo cuando muchas de ellas han tenido que despedir a sus trabajadoras domésticas a raíz de la cuarentena.
“La clave es poner un horario y respetarlo, por ejemplo, poner días específicos para el lavado de la ropa, días específicos para lavar los baños, etcétera”, proponen las madres.
Destacan, además, la importancia de no realizar actividades de limpieza todo el tiempo, lo cual puede resultar más agotador de la cuenta, y en esta parte entra también lo de respetar los horarios “si no es día de limpiar también respetar eso porque sino se vuelve un caos”, afirman.
Algunas destacan que también sus esposos se involucran en la limpieza del hogar, lo cual hace la rutina más llevadera.
La actual pandemia de coronavirus ha obligado a la humanidad a permanecer en sus casas para evitar los contagios masivos de la enfermedad, situación que ha tocado de manera especial al sector educativo.
En República Dominicana las clases en las escuelas públicas están suspendidas desde el pasado mes de marzo, y algunos maestros han sugerido que se concluya el actual año escolar de manera virtual, como una manera de evitar los contagios de coronavirus en la comunidad educativa, sin embargo, esta decisión debe tomarla el Consejo Nacional de Educación (CNE), el cual aún no se ha sido convocado.
La mayoría de los centros privados han continuado el año escolar de manera virutal.