La violencia escolar es un grave problema en la República Dominicana”

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En un estudio del 2014, realizado por el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice) y la Universidad Iberoamericana, se determinó que el 69% de directores de centros escolares reportó violencia entre los estudiantes y un 33.6% de esos estudiantes señaló que esa violencia llegaba al acoso, 14.2 % de índole sexual.

Pero uno de los datos más relevantes del “Estudio de prevalencia, tipología y causas de la violencia en los centros educativos de básica y media de la República Dominicana” es que el tipo de violencia más común en el contexto escolar ocurre entre estudiantes y la percepción de los docentes y directores es que esta violencia es replicada desde modelos en los hogares.

La situación que involucra a estudiantes, docentes y padres ha sido abordada desde el 2017 por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con un programa piloto en el segundo ciclo del nivel primario (cuarto, quinto y sexto), cuyos resultados sentarán las bases para extender a nivel nacional herramientas de reflexión y reeducación frente a la violencia en los centros educativos dominicanos.

Sobre el tema conversó con DL la especialista en educación de la OEI, Berenice Pacheco.

– ¿Qué motivó el proyecto enfocado en el tema de la violencia escolar en los centros educativos de República Dominicana?

Este es un programa piloto de la OEI que inicio en el 2017 y desde el 2017 se decidió que diez países iban a ser parte de la iniciativa, y dentro de eso República Dominicana. Sin embargo, antes de eso, desde los orígenes de la OEI y específicamente de la oficina en República Dominicana, el tema de la convivencia escolar y de los derechos humanos en las escuelas se ha venido trabajando solo que ahora tenemos un nuevo secretario general y hasta el 2022 el trabajo con la convivencia escolar va a hacer una de nuestras prioridades para todas las oficinas, porque se entiende que la mejora de la calidad educativa necesariamente tiene que ir acompañada de la mejora de la convivencia escolar, que los aprendizajes solo son posibles si nos sentimos acogidos, protegidos en la escuela, si nos sentimos seguros y alegres. Entonces no debe verse el trabajo de la convivencia escolar como algo secundario. Es tan importante como el fortalecimiento de las competencias lectoras, por ejemplo.

– ¿Qué alcance tuvo el programa piloto del programa de “Transformación del entorno escolar para el desarrollo integral y promoción de la paz”?

Es un proyecto piloto, con las lecciones aprendidas de esta primera etapa es que se pretende que sea un programa nacional. Ahora mismo hemos trabajado en dos escuelas, específicamente en el distrito educativo de Yamasá (provincia Monte Plata, región este), que es del distrito 17-01 y que además la OEI trabaja apoyando otras acciones en los centros educativos. En dos centros de este distrito.

– ¿Cuáles hallazgos tienen sobre la situación de la violencia escolar a partir de esta experiencia piloto?

Lo primero es el reconocimiento de que la violencia escolar es un grave problema en la República Dominicana y es una forma de relacionamiento que está, lamentablemente, naturalizado. O sea, el yo insultarte, golpearte con una vara, darte en la mano se ve como algo normal, incluso como un mecanismo de disciplina.

Entonces en el proyecto partimos del entendido que tenemos que ver la violencia de manera integral. Por un lado, prestar atención a todas sus manifestaciones, es decir, desde la violencia física, que muchas veces es la más evidente, la violencia verbal, emocional, económica y sexual que también ocurre en los centros educativos. Pero, además, no solo quedarnos en la mirada delimitada de la violencia que ocurre entre los estudiantes.

Creo que es fundamental que hagamos como país la reflexión de la violencia que también las personas adultas, en este caso los y las docentes, ejercen sobre el estudiantado, incluso la propia escuela como institución ejerce hacia los docentes y los estudiantes; y como la violencia escolar está interconectada con otras expresiones de violencia y desigualdad, como la violencia de género, como es el racismo, sólo para decirte dos de esas expresiones que se ven bien marcadas en nuestros centros educativos.

– Es muy común que ponga reglas de cómo ir peinados, por ejemplo. Desde no aceptar afros, de mandar alisar el pelo a las niñas. ¿Eso es también violencia?

Eso es violencia. Justo mi tesis doctoral la hice sobre la temática de la violencia escolar. Pase cuatro meses trabajando en profundidad en dos centros educativos y en ambos salió ese control de la imagen y la estética de los niños, niñas y adolescentes como un factor de violencia de la escuela o violencia institucional.

Porque seamos realistas. ¿En que impacta en el aprendizaje de un niño o una niña como tenga el pelo? ¿Por qué nuestro ideal de belleza es un ideal, entre comillas, hacia lo blanco? ¿Por qué no aceptar la diversidad racial, lo que somos como país? Entonces eso es una forma de ejercicio de violencia.

– ¿Qué cosas concretas han podido identificar dentro de esta problemática y cómo han sido tratadas?

Ha sido un proceso interesante. Porque, por lo general, cuando se hacen talleres con estudiantes, docentes y familias se piensa que son espacios diferenciados, los niños por un lado y los adultos por otro. Sin embargo, una de las innovaciones que quisimos hacer aquí fue tener espacios mixtos de diálogos y de formación, porque si estamos hablando de violencia escolar en algún momento debemos sentarnos a dialogar y ponernos de acuerdo.

Los aprendizajes han sido muchos y te diría que los docentes dominicanos están carentes de herramientas para poder abordar la problemática de violencia escolar. Muchas veces se repiten comportamientos de actitudes violentas pero es porque no hemos reflexionado sobre eso, nadie nos ha ayudado a ver que eso no es natural, que no es normal, que es violencia.

Ante las situaciones de disciplina muchas veces el docente no sabe manejarse si no es usando la violencia. Entonces hemos encontrado un cuerpo docente que está ávido, deseoso, ansioso, de que le lleven cada vez más estrategias para que puedan enfrentar estas problemáticas y los estudiantes también. Una participación activa en todos los talleres y uno de los retos fue eso, espacios de diálogo para que juntos se pudieran generar compromisos en la escuela de cuáles actitudes también hay que cambiar, no que sólo exijo que el otro cambie sino que también yo debo cambiar, un compromiso de cambiar.

– ¿Qué tal el trabajo con los padres, que a veces generan una dinámica de enfrentamiento con los maestros?

Se trabajó con madres, padres o tutores, con más madres como imaginarás, pero ya eso es otro tema. Hay que seguir fortaleciendo el hecho de que la escuela no puede sola, la familia no puede delegar en la escuela lo que toca hacer activamente en el hogar, sobre todo con los padres y tutores se trabajó el tema de crianza positiva y de disciplina positiva.Vía:

– ¿Qué es la crianza positiva?

Es retomar la crianza sin vulnerabilizar los derechos humanos que tienen los niños y las niñas. El tema de las maneras de disciplinar que no pasan por el castigo y la violencia; y expresar lo más llano posible como a los niños y niñas se les enseña con el ejemplo. Aunque se vean ideas muy generales, se hace a través de dinámicas, de socioroles, trabajar de manera práctica con los padres ante situaciones que se dan con los niños y las niñas, cómo se pueden abordar de una manera más eficaz, basada en el diálogo y la comunicación que no pasen por violencia.

– Pero hay padres que entienden que se debe dar su pela y su “tabaná”…

Es porque repiten como se les ha criado, así como los docentes enseñan como ellos fueron enseñados. Entonces, es generar espacios de reflexión para poco a poco, porque tampoco es algo de la noche a la mañana, ir generando una ruptura con esos patrones que venimos arrastrando de violencia.

– ¿Cómo ha sido el trabajo con el Ministerio de Educación y cómo se implementará a nivel nacional?

Todas las acciones que hacemos como OEI en distintos países siempre va con la mano de los ministerios de educación; eso siempre es así y somos socios para impulsar cambios en los ámbitos educativos y sociales.

El programa piloto está cerrando tanto en República Dominicana como en otros países. Vamos a entrar a una fase de seis meses de coordinación en toda América para generar los programas de acción de cuatro años que ya si tendría un carácter nacional en base a las lecciones aprendidas en estos pilotos. El foco para los próximos cuatro años estaría centrado en esto, educación en derechos humanos, género y diversidad, trabajo de ciudadanía y convivencia y el tema del buen gobierno o gobernanza.

– ¿A través de que herramientas se aplica el programa?

Es importante destacar que todo se trabaja de manera vivencial, es la manera de conectar la teoría con nuestro día a día. Como te comentaba, los juegos de roles, dinámicas de expresión artística, de expresión a través del dibujo, de la escritura libre y creativa son maneras de crear la reflexión con cosas tan básicas, como que cosas me hacen sentir alegre, o sentir miedo, y como soy parte de eso. Todo a través del arte, el movimiento, del hacer. Al final los valores y la convivencia se aprenden con el hacer.

vía:diariolibre.com