Maestra Kirsis: “Los estudiantes son parte de mi vida y me llenan de energía”

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SANTO DOMINGO. Educar, además de contar con los conocimientos necesarios, es cuestión de amor, dedicación, de realizar un trabajo directo con cada estudiante, ya que todos tienen una mentalidad diferente, y por ende, como maestro y educador, hay que descubrir a cada uno, así lo entiende la profesora Kirsis Mercedes Checo, de 52 años, quien dice ha tenido una carrera llena de satisfacciones.

Incursiona en el mundo de la educación en el año 1983, a la edad de 21 años, en el Consejo Nacional para la Niñez (Conani), donde impartía docencia de manera empírica, y es allí donde descubre que educar es su pasión.

Obtiene el título en licenciatura en Educación Mención Letras en la Universidad Dominicana O&M y en el 2006 comenzó a impartir docencia en el liceo Ramón Emilio Jiménez, Distrito Educativo10-03.

Su interés en la educación continuó abriéndole puertas y pasó a ser directora interina en la Escuela Manolo Tavárez Justo, Distrito 10-02. También fue maestra en el liceo Simón Orozco, de donde sale en el año 2018 para ingresar a Liceo Brígida Pérez, centro que lleva el nombre de su madre y del cual fue fundadora. Aquí labora actualmente.

En el 2006 la vida le hace una mala jugada: fue diagnosticada con cáncer de mama en grado 3. En el 2007 la intervienen quirúrgicamente, pero la enfermedad no fue motivo suficiente para desconectarse de sus alumnos, ni de la escuela, ni de la vida. «Eso era lo que me mantenía viva».

“El tiempo de licencia médica lo tomé para continuar preparándome, realizando cursos técnicos y adquiriendo nuevos conocimientos para transmitírselos a mis estudiantes, a quienes considero parte esencial de mi vida y se lo manifiesto día a día, porque más que como maestra, mi interés es que me vean como una madre”, sostuvo Checo.

 Sentada en un mueble de la sala de su casa, la que comparte con sus hijos Nefis Ismael, Sulema Vanessa, Monchy Javier y Kilvania Liselotte Ogando Checo, de manera cálida, tranquila y segura, continúa contando su historia. Dice que en agosto de 2007 ingresó a la Universidad Abierta para Adultos (UAPA), donde realizó una maestría en Educación, mención Administración y Gestión de Centros Educativos.

“Más allá de las enseñanzas del programa educativo, lo que los estudiantes recuerdan son los valores que inculcaron los maestros, la pasión con que se transmitían las clases, la motivación con la que el profesor lograba superar el curso y conseguir que sus alumnos les siguiesen”, recuerda la maestra.

Para Checo la calidad educativa de los docentes supera las aulas y marca la vida de las personas con las que se cruzan, en algunos casos, determinando su futuro. Para ella la verdadera evaluación del estudiante no finaliza con una prueba y una nota, sino que comienza el día en que ellos salen a descubrir el mundo después de haber pasado por su aula.

“He sido testigo del compromiso y profesionalismo de muchos docentes. Si bien hay excepciones, puedo afirmar que día a día se suman más profesionales al sistema educativo dominicano que ponen todo de su parte para lograr una educación de calidad que cambia la vida de sus estudiantes”, considera la profesora.

Aconseja a los docentes a no desistir, no conformarse ni quedarse con “los brazos cruzados”, ya que esta carrera implica movilizarse, gestionar, innovar, involucrarse en diversas actividades, nunca decir “no se puede hacer más”. Es lucha incansable por el bienestar del estudiante.